La molécula MBA354 puede tener la llave para erradicar de una vez por todas el Alzheimer. Pocas enfermedades erosionan tanto el bienestar de una persona y el de su entorno como ésta, que tambien deja huella en los ámbitos sanitario y socioeconómico. La progresiva pérdida de los recuerdos de toda una vida la convierte en un mal sufrido y temido por muchos.
Según los registros con los que se cuenta, en 2015 había alrededor de 44 millones de personas en el mundo afectadas por la enfermedad de Alzheimer, una cifra que se espera se duplique para 2030.
Es por ello que la comunidad científica ha redoblado esfuerzos en los últimos años para intentar erradicar esta enfermedad o al menos limitar sus afecciones. En este sentido. Un equipo multidisciplinar europeo, en el que se encuentran investigadores españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha logrado aislar una potente molécula que podría ser clave en la lucha contra el Alzheimer y, quién sabe, la antesala de su desaparición.
En este sentido, cabe recordar que la enfermedad de Alzheimer es una patología neurodegerativa de gran incidencia para la que a día de hoy no existe cura o terapia realmente efectiva a largo plazo, más allá de los inhibidores de las enzimas colinesterasas o un antagonista del receptor, pero con un efecto limitado y paliativo.
Expuestos los resultados en un artículo publicado en la prestigiosa Angewandte Chemie International Edition, la MBA354, denominación que los científicos han asignado a esta ‘súpermolécula’, ha arrojado prometedores resultados como un potente agente neuroprotector en los modelos experimentales, tanto in vitro como in vivo.
Tales son las buenas perspectivas en torno a la MBA354 que el equipo científico al frente de las investigaciones registró la patente hace unos meses con vistas a redoblar los ensayos clínicos y probar la efectividad de la molécula en pacientes con distintos grados de afección más allá de los tests en laboratorio o con animales, que han sido “francamente alentadores”, según los facultativos.
En España, cerca de 100.000 personas son diagnosticadas cada año de Alzheimer y, aunque su arco demográfico suele ser más amplio a partir de los 65 años, los registros señalan que la edad media de los afectados cada vez es menor.
Al contrario de lo que piensa mucha gente, el Alzheimer no es una enfermedad que sobrevenga de repente, sino que tiene una fase de desarrollo bastante larga. En algunos casos, el mal se ha ido gestando desde 20 años antes debido a la acumulación de placas de proteína amiloide-beta ovillos neurofibrilares de proteína tau y, muchas veces, lesiones vasculares previas.
En este sentido, es muy importante tanto para el afectado como para su entorno más cercano (familia, amigos, compañeros de trabajo, etc.) saber identificar los primeros síntomas que pueden llevar a un pronto diagnóstico y al inicio de tratamientos paliativos en fases muy embrionarias de la enfermedad.
Si bien es verdad que existen tests médicos que pueden calcular las posibilidades de padecer Alzheimer en un futuro, como el que mide si se es portador o no del gen ApoE4, hay otros indicadores más a pie de calle que pueden ser muy útiles.
Así, no saber cómo se ha llegado a un sitio, perder el hilo de las conversaciones con facilidad, no recordar las comidas o el deterioro en el comportamiento del individuo pueden ser pistas valiosas del padecimiento de Alzheimer. Además, los investigadores señalan que cultivar unos hábitos saludables reducen las posibilidades de padecer la enfermedad, por lo que recomiendan evitar el tabaco, la obesidad, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y el sedentarismo.
Además, mantener la agilidad mental ha demostrado ser, tal y como recogió un estudio de la Universidad de Exeter, en Inglaterra, un potente aliado para frenar la aparición de los primeros síntomas del Alzheimer, por lo que también se recomienda probar suerte con sudokus, crucigramas o juegos de habilidad pasados los 50 años.