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Juan Ignacio Vela: “La gran riqueza de Lares son las personas que atendemos y sus familias, los profesionales y los voluntarios”

Juan Ignacio Vela es presidente de Lares Federación.

Entrevista al presidente de Lares Federación

Miércoles 23 de mayo de 2018

Tras tres años al frente de Lares, Vela reconoce sentirse orgulloso de haber cumplido con el objetivo de impulsar el soporte técnico a los servicios y centros Lares y el apoyo en la dirección de las residencias. Además, ha abierto Lares a nuevos colectivos como la discapacidad o la exclusión social.

Después de tres años como presidente de Lares Federación, ¿qué valoración realiza?

Comenzar nunca es fácil, lo importante es querer caminar; y en ello nos hemos empleado con una Junta Directiva con la que puedo contar en todo momento y con la que me he sentido a gusto y apoyado. A corta distancia contamos con una Secretaría Técnica y a su cabeza nuestro secretario general, Juan José García Ferrer, comprometidos e implicados en el proyecto común basado en nuestra estrategia Lares 3.0, que presenté cuando llegué a Lares.

Respecto a los objetivos que se propuso alcanzar en este tiempo, ¿cuál es el grado de cumplimiento?

Acomodar los ritmos de una organización a las necesidades no siempre es fácil. Soy consciente de que lo importante es ir juntos, caminar juntos. Lares es un gran transatlántico y como todo gran proyecto es difícil realizar cambios rápidos; pero, a día de hoy, podemos sentirnos todos orgullosos del cumplimiento de nuestros objetivos como son el propulsar el apoyo técnico a los servicios y centros Lares e, incluso, el apoyo directo en la dirección de centros residenciales. Además, hemos logrado volver a sacar en papel nuestra querida revista, lanzado una marca única para las tres entidades como es Lares: Compromiso y Solidaridad con la Persona, y trabajado en un espacio común donde podamos estar todas las patronales de ONG de los servicios sociales...

Destaque los hitos más importantes en esos tres años.

Son muchos los hitos importantes de una organización como la nuestra. Uno importante es el cambio de estatutos, abriendo a nuevos colectivos como la discapacidad o la exclusión social. Recuerdo también con cariño otros momentos que compartimos: la impresionante celebración del 20 aniversario de Lares o el XII Congreso Nacional de Lares en Toledo, en el que conseguimos un importante impulso en la participación y el apoyo de los congresistas; así como nuestras últimas Jornadas Nacionales de Lares en Pamplona, en las que pusimos en práctica un nuevo modelo de jornadas. Estos son sólo algunos de los hitos.

¿Qué representa, actualmente, Lares y qué cree que debería representar?

Lares por encima de cifras y números representa una importante parte del sector de la dependencia, que cree que los servicios sociales no sólo deben de ser realizados desde un ideario humanista, sino que deben ser realizados prioritariamente por entidades afines al modelo que cree posible: una sociedad no puede optar por priorizar los beneficios a la atención. Queremos representar a todas aquellas entidades y personas que apuestan por un modelo de atención no lucrativo y fuertemente arraigado en los valores humanistas.

¿Cuáles son sus principales fortalezas?

Nuestras fortalezas son, en primer lugar, nuestra singularidad, al ser la única entidad que agrupa, de forma exclusiva, a las entidades no lucrativas y al tercer sector. En segundo lugar, nuestra fortaleza es nuestra manera de concebir la atención, poniendo a la persona en el centro y protagonista de su propia realidad.

¿Qué cuestiones valora más de Lares desde un punto de vista interno y como valor para la sociedad?

La gran riqueza interna de Lares son las personas que atendemos y sus familias, los profesionales y los voluntarios. Su gran calidad humana les hace ser motor y engranaje de una organización que aspira ser, a su vez, motor de cambio de un sector, como el de la dependencia, tan dañado e infravalorado. La calidad humana no se recibe junto a un certificado de profesionalidad.

¿Por qué merece la pena formar parte de Lares?

Porque formo parte de un proyecto que alza su mirada buscando la transformación social a través de lo más importante y frágil que como sociedad tenemos, como son los cuidados. Es un proyecto que me aporta y me deja aportar. Si no existiera Lares habría que inventarlo.

¿Por qué se han constituido los grupos de trabajo en Lares? ¿Cuáles son sus principales objetivos?

Uno de los ejes fundamentales de la estrategia Lares 3.0 es la participación activa del voluntariado profesional de nuestros centros, del sector y de entidades y empresas colaboradoras; otro eje, igualmente importante, es trabajar alrededor de temas focales, estando cerca de las preguntas de nuestros profesionales y del sector. Junto a los grupos de expertos Lares en Buenas Prácticas, Bioética, Pastoral, Alimentación, No Sujetes… también se creó un grupo de voluntarios, que han ejercido en puestos diversos en empresas o entidades y asesoran al presidente; a este grupo lo llamamos Consejo de Sabios.

¿Qué áreas de mejora destacaría?

El asentar la nueva organización de la Secretaría Técnica más orientada a la atención de las necesidades de nuestros asociados; el incremento de programas sociales propios (campañas, lectura fácil, área de voluntariado, área de formación...), siendo una herramienta eficaz para nuestros asociados; la incidencia política más activa; la presencia social y la comunicación; y el incremento del área de gestión de centros pueden ser algunas de las áreas de mejora. Hoy desde Lares damos respuesta a necesidades impensables hace unos años.

¿Qué facetas considera más importantes en la vida de los centros?

La razón de ser de Lares es precisamente la calidad de vida de los centros. Lo más importante son los cuidados en general, el estar al lado de cada una de las personas en su singularidad, desde el respeto a una vida vivida en su complejidad. Tenemos la suerte de poder acompañar, pero debemos saber estar. Los centros son lugares para vivir y nuestro objetivo es que quien los more sea feliz. Nos entristece querer convertirlos en simples centros hospitalarios en fase subaguda de atención a la cronicidad.

¿Qué valoración realiza de la ejecución del 0,7 %, tanto en el tramo estatal como en el autonómico?

Desde que conocimos la sentencia, hemos estado muy preocupados: el nuevo modelo podría suponer cambios importantes, como así ha sido. En primer lugar, ha supuesto una multiplicación de trabajo, pues en vez de una hay 19 convocatorias. Cabía esperar que su enfoque y resolución conllevaría incongruencias y desigualdades entre los territorios o en la propia convocatoria estatal. El objeto de la misma seguirá cambiando y nos tememos que, en muchos territorios, no habrá apoyo para la adecuación de nuestros centros con todo con lo que conlleva. Urge el diálogo con las entidades, también con Lares, y sentido común.

¿En qué situación se encuentra la incorporación de Lares a la Plataforma del Tercer Sector?

Lares es una gran entidad social que representa a miles de personas y cientos de entidades que no están representadas en el espacio que como sociedad nos hemos dado para las entidades no lucrativas u organizaciones no gubernamentales. Lares ha presentado la solicitud y espero que durante este año pueda sumarse a la Plataforma.

Sobre la actualidad del sector

  • Concierto social: sí o no. ¿Por qué?

No es nuevo que las Administraciones hayan evitado que la prestación de servicios sociales no dependa, al menos en exceso, de entidades cuyo primer fin es el beneficio de una cuenta de resultados. Tradicionalmente, las subvenciones han sido herramientas para establecer esta relación diferenciada con el Tercer Sector. Sin embargo, las subvenciones tienen grandes problemas prácticos: uno de ellos la posibilidad de acceder al crédito cuando la Administración paga con cualquier retraso; y otro, que acaban convirtiendo al Tercer Sector en un prestador de servicios infra financiado bajo el argumento de la ausencia de ánimo de lucro. El concierto es la fórmula que debe solucionar estos problemas. Por tanto, el concierto acabará siendo bueno o malo en función de lo que pretenda la Administración de turno y la aplicación que del concierto hagan los diferentes gobiernos. La intención de la Generalitat Valenciana es buena; en Aragón, las consecuencias son malas. Los conciertos son garantía para poder realizar prestación solidaria de servicios; son garantía de viabilidad de los centros y servicios allí donde el beneficio no es ni puede ser la causa de ponerlos en marcha. Pero no nos confundamos: tan desafortunado sería no contar con el Tercer Sector como un especial aliado, como permitir que la realización de contratos marcos sea establecida sobre criterios en los que predomine el precio.

  • Prestación económica vinculada al servicio: sí o no. ¿Por qué?

Allí donde existe un número mínimo de plazas por cada 100 mayores de 70 años y un buen servicio de inspección es una opción encaminada a promover la libertad de elección de centro o servicio. Ahora bien, es perversa cuando la prestación económica vinculada es un mecanismo para reducir la financiación de una plaza pública. Hay comunidades autónomas como Castilla y León, que han promovido aumentar el importe de estas prestaciones con cargo a financiación propia y aun así es insuficiente. Lo deseable sería que el importe de estas prestaciones fuese realizado a partir de un adecuado coste de referencia de las plazas. Estamos hablando, por ejemplo, de un mínimo de 1.590 euros para una plaza residencial en el Grado III, lo que contrasta con los poco más de 800 euros que están establecidos en el actual modelo. Amén de otras consideraciones, es una vulneración del principio de igualdad que una persona dependiente aporte más del doble a la prestación de una plaza residencial o de día si accede a ese servicio a través de una prestación económica vinculada que si lo hace a través de la asignación de una plaza por el correspondiente servicio de dependencia.

  • Comités de Ética Asistencial: sí o no. ¿Por qué?

No pensemos que los Comités de Ética Asistencial son para resolver pocos casos de enorme trascendencia y complejidad, ya que se centran en atender muchos casos del día a día, de esos que forman parte de la vida diaria de los centros y que requieren un paréntesis de reflexión.

¿Qué retos se plantea para 2018?

Cerrar el Convenio Colectivo del sector de la Dependencia, seguir firmando acuerdos de colaboración con otras entidades, afianzar la marca Lares, dar un salto y tener presencia en la UE y la celebración del XIII Congreso Nacional de Lares en Madrid, que será una cita imprescindible para la gente de Lares y también para todo el sector.

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