En España las mujeres que viven solas en la actualidad son 1.200.000 y con el paso del tiempo su ascenso será más notorio.
El informe lo ha proporcionado el Observatorio Social de la Caixa, realizado por David Reher, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid y Miguel Requena, catedrático de Sociología en la UNED.
Desde 1981 el número ha ido creciendo. En este año era el 19%, una de cada cinco mujeres vivían solas, pasando a ser en nuestros días el 30%, una de cada tres.
El informe aportado diferencia las mujeres con hijos y sin hijos a la hora de vivir sin compañía. El tanto por ciento de las que no tuvieron hijos es del 38,3% y de las que sí el 26.4%.
El estado civil tiene que ver en el total de mujeres que están solas o no, por ejemplo las mayores de 65 años casadas y con pareja son menos del 3%. Este número aumenta en caso de solteras, separadas o divorciadas.
Éste grupo puede llegar a un aislamiento social así como ser más bajo el bienestar psicológico frente a las que comparten su vida.
El motivo de una mayor cantidad de mujeres que viven solas se debe a la mayor esperanza de vida, a la mayor longevidad de ellas, así como a la baja tasa de fecundidad. Se tienen menos hijos y la esperanza de vida aumenta entre las mujeres más que en los hombres.
Según el informe uno de los factores que se dan para decidir vivir solas o en compañía, es haber tenido hijos o no.
En 2011 las mujeres que no habían tenido hijos se situaban en el 38,30%, éstas no compartían vivienda, por el contrario las que habían tenido hijos sólo el 26,4% vivían solas.
Por otro lado las mujeres en edad avanzada que están casadas son muy pocas las que no viven en pareja, el 2%, siendo las viudas las que superan con creces la cifra hasta llegar al 50%.
Pero se debe de tener en cuenta que la característica de vivir sola puede darse solamente a la voluntad de la persona sin tener nada que ver si se ha tenido hijos o no.
A partir de los 65 hasta aproximadamente los 80 años, las mujeres mantienen una buena salud. Después, generalmente, a esta edad la salud se deteriora. Aún a pesar de esto muchas deciden seguir viviendo en su hogar mientras puedan desenvolverse y no necesiten ayuda exterior.
En 1981 no llegaba al medio millón; 1991 la cifra sobrepasaba las seiscientas mil mujeres; en el año 2001 eran más de un millón; en 2011 excedían el millón doscientos y para el 2031 se prevé que sean más de un millón ochocientos.
Los hogares unipersonales habitados por mujeres mayores de 65 o más años se están incrementando. Cada vez el estado civil tiene poca influencia en este crecimiento, o tener o no descendencia, la decisión de vivir solas es tomada más por la necesidad de sentirse independientes.