Para realizar el estudio de “Actitudes hacia el envejecimiento”, se han encuestado a 7.000 personas de Austria, España, Chile, Polonia, Nueva Zelanda y Reino Unido.
Entre las conclusiones del estudio, una de ellas es bastante significativa y relevante ¿quién cuidará de nosotros en la vejez?.
Esta preocupación tiene relación con la inversión sufrida por la pirámide poblacional, debido a la bajada de la natalidad y al aumento de la esperanza de vida.
Al finalizar la segunda guerra mundial se produjo el fenómeno del baby-boom. En España este acontecimiento se dio entre los años 1958-1977.
Se debe a que las personas que nacieron durante el baby-boom, dentro de pocos años comenzarán a necesitar cuidados, tendrán más de 65 años.
Asimismo, el profesor Graham Stokes, director global de Demencia de Bupa, asegura que “es una percepción preocupante, teniendo en cuenta que el número de personas mayores de 80 años aumentará casi cuatro veces en los próximos años”
A consecuencia de los nacimiento dados en la época del baby-boom, en el periodo 2002-2052, estos niños comenzarán a ser ancianos y necesitarán cuidados, que probablemente la familia no pueda facilitárselos.
Si nos basamos en el estudio de Sanitas, los datos arrojan un estado de optimismo por parte de los españoles, y a esto se suma la esperanza de vida que sienten las 1.000 personas encuestadas.
Por una parte 9 de cada 10 personas confían en permanecer activos y por otra el 64% piensa que el ser mayor no le va a impedir continuar gozando de la vida al máximo.
Aún así el optimismo y la esperanza, no están libres de inquietudes. Una de las premisas es saber y lograr mantenerse sano e independiente pese a cumplir años, siendo un 64% de los encuestados los que las tienen en cuenta.
Además un 47% se encuentra intranquilo por lo que ocurrirá en caso de estar enfermo.
La preocupación de otros tantos es el tema económico, el saber del dinero que van a disponer para encarar esta nueva etapa.
También inquieta la atención que se da a este sector poblacional, a las personas mayores, pues debería mejorar ya que todos más tarde o temprano formaremos parte de este conjunto.
El profesor Graham Stokes confirma que, “De la investigación se desprende que las personas tienen preocupaciones realistas acerca de las necesidades y los potenciales retos de salud que plantea la vejez. Esto no impide que pueda ser una etapa feliz y satisfactoria si las personas son valoradas y tratadas con respeto”.