Tunstall prestará el servicio de teleasistencia en Castilla-La Mancha durante los próximos 4 años, tras haber ganado un concurso público en el que se ha impuesto a Cruz Roja e Ilunion. El Gobierno regional destinará 17,8 millones de euros para cubrir el servicio de teleasistencia entre la población de la Comunidad.
La compañía británica, que en España opera bajo la marca Tunstall Televida, recibirá el primer año, este 2019, 3,6 millones de euros. La cantidad se incrementará hasta los 5,8 millones de euros en 2020 y los 6,2 millones en 2021. Un año después, ya en 2022, recibirá 2,2 millones de euros.
La razón de este reparto está en las previsiones del Gobierno de Castilla-La Mancha respecto al número de usuarios con que contará su servicio de teleasistencia. Las cifras que barajan apuntan a 60.000 usuarios en 2020 y hasta 67.500 en 2022, año de vencimiento del contrato. En comparación, implica una progresiva subida respecto a los 50.641 usuarios con que contaba el servicio de teleasistencia en la Comunidad en mayo de 2018.
De hecho, Castilla-La Mancha es la tercera comunidad española con mayor número de usuarios de teleasistencia, solo superada por País Vasco y Castilla y León, donde la compañía británica ganó recientemente el concurso para construir una plataforma tecnológica de teleasistencia bajo el modelo de compra pública innovadora. Según datos del Imserso, el 2,85 % de la población de Castilla-La Mancha es beneficiaria de ayudas estatales para contar con el servicio de teleasistencia prestado en la región.
Tunstall Televida, nacida en 2013 tras la compra de la compañía española de teleasistencia por parte de la británica, es una de las empresas más influyentes del sector de la teleasistencia. La compañía pende de la británica Tunstall Healthcare, fundada en 1957 y con presencia en más de 50 países, en los que presta servicio a 4 millones de personas y monitoriza a distancia a 915.000.
La filial española representa el 39 % del mercado de la teleasistencia en el país, superando las 300.000 personas atendidas en un país cuya población mayor de 65 años alcanza al 19,1 % de la población, rozando los 9 millones de personas.