Ante una ola de calor como la que vive gran parte de España estos días, muchas familias se preguntan cómo proteger a los mayores de aquellos problemas de salud que pueden provocar las temperaturas extremas que estamos viviendo. Un grupo de expertos de Orpea ha dado recomendaciones para proteger a los mayores del calor.
Las personas mayores son, junto con los niños y los enfermos, el grupo de población con mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo. Se produce cuando la temperatura del cuerpo alcanza o sobrepasa los 40 grados centígrados, y puede provocar desde síntomas como confusión, agitación o convulsiones, hasta deshidratación, vómitos, respiración acelerada o aumento de la frecuencia cardiaca, según explican expertos de la Clínica Mayo. Algunos de estos síntomas son potencialmente graves, llegando a provocar fallos en algunos órganos e incluso, en casos extremos, la muerte de la persona.
Afortunadamente, existen medidas para evitar un golpe de calor. Los expertos de Orpea recomiendan, entre las básicas, beber agua con frecuencia, aunque no se tenga sed, y evitar bebidas alcohólicas, con cafeína o con grandes cantidades de azúcar. Se recomienda ingerir entre 2 y 3 litros de agua al día, aunque también son válidos otros líquidos como los zumos, las infusiones o la leche.
Además, se recomienda evitar la exposición al sol o realizar actividades físicas al aire libre en las horas de más calor, generalmente entre las 12.00 y las 18.00, si bien durante la ola de calor podría ser recomendable alargar esta horquilla. En caso de que sea necesario salir a la calle, se aconseja vestir ropa holgada y de materiales como el algodón, así como el uso de gorras o gafas de sol. También es recomendable no olvidarse de aplicar protector solar en aquellas zonas del cuerpo que vayan a estar expuestas al aire, en este caso para evitar quemaduras y sus problemas derivados.
La protección contra los golpes de calor también es importante en casa, por ejemplo a la hora de comer. Los expertos recomiendan evitar comidas contundentes que dificulten la digestión, que pueden ser sustituidas por ensaladas, frutas y verduras. Asimismo, se aconseja evitar ingerir grandes cantidades de comida. Pero no es la única recomendación para el hogar, ya que también será necesario disipar la temperatura en lo posible. En este sentido, se recomienda el uso de toldos o persianas para evitar el impacto directo del sol sobre el hogar, así como la renovación del aire interior de la casa en la medida de lo posible.
En cualquier caso, se recomienda controlar la temperatura de las estancias en las que vayan a estar las personas con mayor riesgo de deshidratación para mantener, en la medida de lo posible, un balance adecuado. Y hay que tener especial cuidado en el coche, donde nunca deberán quedarse personas mayores encerradas si el vehículo está estacionado.