ARADE, la Asociación Aragonesa para la Dependencia, ha anunciado que recurrirá el reciente Decreto 92/2019 del Gobierno de Aragón, que estipula que las residencias para mayores con 100 o más camas deberán suministrar sus medicamentos a través de la farmacia de un hospital de referencia o bien contar con una farmacia propia, además de un farmacéutico siempre presente.
La Asociación considera que el nuevo decreto propone “algo inasumible” para la mayoría de los centros, que a partir de ahora se verán obligados a contar con instalaciones y personal específicos para seguir prestando un servicio del que aseguran ser meros intermediarios en su configuración actual.
ARADE ha manifestado que el decreto no ha tenido en cuenta “la inmediatez que necesitan las residencias” a la hora de dispensar medicamentos a sus residentes, algo que a partir de ahora podría verse perjudicado si “estamos obligados a proveernos donde nos dice la Administración”.
Muchas residencias ya cuentan con farmacias de confianza que les dispensan los medicamentos que necesitan sus residentes, “que atienden urgencias y situaciones especiales y personalizadas”, explica ARADE. Algo que se perderá con este decreto, “que además va en contra de la libre competencia”, al determinar con qué hospital debe trabajar cada centro. Una situación que desde ARADE creen que se agravará en el caso de aquellas residencias ubicadas en entornos rurales, donde el hospital de referencia en cuestión podría estar a muchos kilómetros de distancia.
Desde ARADE, que aglutina a 77 asociados en Aragón, también critican que el Gobierno regional haya publicado el decreto en pleno verano y sin habérselo notificado a ellos previamente, en tanto que asociación mayoritaria del sector sociosanitario en la Comunidad aragonesa. Una crítica que refuerzan y sustentan con la idea de que la preparación del decreto ha supuesto muchos meses de trabajo, lo que no ayuda a comprender por qué se ha elegido el mes de agosto para su publicación después de haber esperado tanto tiempo.