A veces hay que jugar con cifras para conocer la magnitud de una realidad. La de Amavir se puede analizar con las increíbles cifras que contiene su Memoria de Actividades y Responsabilidad Social del ejercicio 2018. En ella se puede ver que facturó casi 153 millones de euros en España gracias a las cerca de 8.000 plazas residenciales y de centro de día que gestiona. Pero apenas suponen el prólogo de lo verdaderamente interesante.
Amavir posee o gestiona en España 43 residencias con 6.399 plazas, a las que se suman otras 1.415 plazas de centro de día. La mitad de las plazas cuentan con algún tipo de concierto con distintas administraciones públicas, ya que el grupo está presente en siete comunidades autónomas (Madrid, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Navarra, Murcia e Islas Canarias). Su principal mercado es Madrid, donde cuenta con 21 residencias y otros tantos centros de día.
Gracias a esta presencia, Amavir facturó 152,8 millones de euros en 2018, con un ebitda de 29,4 millones. La compañía invirtió 4,6 millones de euros en España y pagó casi 5 millones de euros en impuestos. Y destinó más de 150.000 euros a asociaciones y entidades sin ánimo de lucro que se encargan de diversas acciones.
Pero al margen del dinero están las personas. Y Amavir desdobla sus esfuerzos tanto en los residentes como en sus empleados. Los primeros, con una media de edad de 86,3 años en residencia y de 82,8 en centro de día, otorgan una nota media de 8,3 y de 8,98, respectivamente, a los servicios que reciben. Casi el 90 % de los residentes y familiares recomendaría las residencias de Amavir, y casi el 100 % de ambos grupos haría lo propio con los centros de día.
La Memoria, en un ejercicio de admirable transparencia, cifra en 302 las reclamaciones recibidas durante 2018, la mayoría por atención asistencial, alimentación y lavandería. Una cifra inferior a los 375 agradecimientos recibidos.
Respecto a la plantilla, el grupo Amavir cuenta con casi 4.400 empleados, de los cuales el 87 % son mujeres (el 69 % de los cargos directivos están ocupados por mujeres), la edad media es de 43 años, el 82 % tienen contrato indefinido y el 2 % tiene alguna discapacidad. En 2018 se impartieron casi 4.000 horas de formación en 258 cursos a los que acudieron 3.939 empleados, la práctica totalidad de la plantilla. Lo que sí toca al 100 % es estar cubiertos por el convenio colectivo del sector.
La compañía comparte en su Memoria otros datos, en ocasiones curiosos, como el de los 90.000 metros cuadrados de jardines con que cuenta en España, los 1.500 kilos de residuos sanitarios generados, los dos kilos de ropa que lava por usuario cada día, los 504 menús diferentes que sirve en las casi 6.000 comidas diarias que ofrece o el de los 22 millones de dosis de medicamentos administrados durante 2018.
Otros datos de interés son que algo más del 2 % de la energía que consumen sus centros en España procede de fuentes renovables, y que aumentarán en el futuro por los distintos planes de sostenibilidad puestos en marcha por Amavir, o que con solo el 6,5 % de sus usuarios utilizan sujeciones, una práctica que ya se ha eliminado por completo en 19 centros, todos ellos certificados por CEOMA. Al ‘club’ se han unido cinco centros durante 2018, en una dinámica que ha continuado en 2019 y que continuará hasta alcanzar el compromiso de Amavir de certificarse como centros libres de sujeciones.
El grupo Amavir, nacido como tal en 2017 tras la fusión de Adavir y Amma, forma parte del grupo francés Maisons de Famille, un gigante familiar que posee más de 50 empresas en medio centenar de países, entre ellas Decathlon, Leroy Merlin o Alcampo. El grupo posee más de 140 residencias para mayores en España, Francia, Italia y Alemania, donde opera bajo otras marcas como Maisons de Famille (Francia), La Villa (Italia) y Dorea Familie (Alemania).
En todos estos mercados, incluido el español, acumula más de 16.000 plazas, atendidas por casi 11.000 empleados. De ellos, casi 4.400 están en España, donde la francesa Maisons de Famille entró en 2013 tras hacerse con algo más del 57 % de Adavir. Tres años después adquirió el 100 % de Amma, y un año después fusionó ambos grupos para crear Amavir, de la que un 14 % continúa en manos de Geroplan, fundadora, en 1994, de lo que después sería Adavir.