DomusVi lidera el proyecto SUPREME Health & Food, que busca crear un nuevo enfoque para las enfermedades no transmisibles. La compañía de residencias de mayores está al frente del consorcio que ha puesto en marcha SUPREME Health & Food, como se llama este innovador proyecto para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades no transmisibles, como las metabólicas.
El programa busca nuevas herramientas que permitan realizar un diagnóstico con enfoque preventivo de enfermedades crónicas no transmisibles, con énfasis en la diabetes o las enfermedades cardiacas. El objetivo final es reducir la incidencia de estas enfermedades en personas mayores con deterioro cognitivo, en las que esta condición supone un factor que dificulta el tratamiento y agrava en general su estado de salud.
SUPREME Health & Food basa su razón de ser en la investigación, desarrollo y obtención de nuevos ingredientes funcionales y alimentos personalizados para combinarlos con herramientas de análisis genético y realizar, así, un diagnóstico precoz tanto de los factores de riesgo como de la propia enfermedad si ya se ha desarrollado o está en proceso de hacerlo.
Que SUPREME Health & Food se centre en la alimentación está en línea con una corriente cada vez más seguida por científicos de todo signo de prestar mayor atención a la alimentación como factor que incide en la salud de las personas. Especialmente en el caso de enfermedades como la diabetes o las coronarias, donde una inadecuada alimentación suele estar detrás de muchos de los casos desencadenados.
El proyecto arrancó en julio de 2019 y acaba de celebrar su primera reunión para evaluar la marcha del mismo. En ella han participado los miembros que forman SUPREME Health & Food: además de DomusVi, están presentes compañías como 1957 Bizkarra, Biosasun, Ameztoi Anaiak, Garian, Ibermática, Consulting Fresh Business, Keralty Health y PATIA.
Además, también participan la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación, Tecnalia, Biocruces o la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), además de financiación de la Unión Europea a través de los Fondos FEDER.
Está previsto que el proyecto finalice en diciembre de 2020, por lo que todavía queda por delante más de un año de trabajo e investigación para lograr los objetivos planteados de conseguir, a través del análisis de la alimentación de los mayores, un modelo de prevención y diagnóstico precoz de enfermedades no transmisibles en personas mayores para poder pautar tratamientos personalizados en sus primeras fases y mejorar su calidad de vida y estado general de salud.