¿Qué se espera de la Jornada sobre el Estado de Bienestar que tendrá lugar el 22 de febrero?
En la ACEB llevamos cinco años con encuentros bilaterales con diferentes organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos o administraciones públicas. Hemos ido analizando los sistemas de diálogo para la mejora y sostenibilidad de los cuatro pilares del Estado de Bienestar: educación, sanidad, servicios sociales y pensiones. Ya hemos hecho encuentros por separado con partidos políticos y sociedad civil, pero ahora será el encuentro conjunto.
Hay más de 30 organizaciones invitadas, y queremos hablar, como organizaciones estatales de la sociedad civil, sobre crear un espacio de diálogo civil y político dentro de la sociedad civil para poder planificar la sostenibilidad del Estado de Bienestar. La idea es poder crear ese espacio para trabajar poco a poco, igual con tres o cuatro reuniones al año, qué modelo queremos en 2030 para estos cuatro pilares. La sociedad civil se tiene que sentir corresponsable y asesora de las políticas públicas. Es un espacio necesario.
Una de las partes invitadas es la política, que tiene sus propios foros para debatir estas cosas; por ejemplo, el Parlamento. ¿Hay una preocupación real entre la clase política por estos problemas?
No hay un diálogo participativo entre partidos y sociedad civil con objetivos a medio y largo plazo. Vivimos en una sociedad que está en el corto plazo. Nosotros hemos revisado los espacios de diálogo que ya hay, como los ministerios o los consejos asesores, donde no están los partidos de la oposición. Y en el Parlamento, donde sí hay un espacio de diálogo real, la sociedad civil solo va a comparecer. No hay un espacio donde estemos dialogando toda la sociedad civil junto a los partidos políticos. Nos hace falta organizarnos mejor, dialogar más entre nosotros, porque se trata de abordar conjuntamente los problemas y construir de forma responsable soluciones de futuro.
Habrá quien piense que no puede hacer nada por cambiar la situación. ¿Qué les diría?
Realmente, las personas de a pie juegan un papel muy importante como ciudadanos, la base de la sociedad. Las personas pueden proponer elementos de funcionamiento de organización. Yo animo a que la ciudadanía de base colabore a través de las organizaciones ciudadanas, profesionales o del Tercer Sector para poder mejorar el propio sistema de la sociedad. Pero tenemos que sentarnos a dialogar conjuntamente donde estemos todas las partes de interés para construir una sociedad mejor ante los retos que tenemos de futuro.
Las empresas del sector se quejan de que las Administraciones no subvencionan debidamente los servicios para poder mantener la calidad asistencial. ¿Es compatible esta búsqueda de su propia situación financiera con la búsqueda de vías para mejorar el Estado de Bienestar?
Cada parte juega un papel muy importante en la propia estructura de la sociedad. Estamos en una sociedad que suele atacarse demasiado, y tenemos que crear más puentes de diálogo entre los mundos profesionales, políticos y ciudadanos, que es lo que plantea ACEB.
Las reglas del juego de una buena sociedad pasan por tener buenos marcos estructurales, por mejorar lo que todos podamos ser conscientes de que no está bien. Hay evidencias científicas de modelos que funcionan bien.
Una propuesta de ACEB es un modelo de cohesión de los servicios sanitarios y sociales para una atención integrada a la población sociosanitaria. La contratación pública tiene un peso muy importante y debe tener unos criterios y valores más centrados en la calidad de los servicios que en el precio. Que los marcos regulatorios sean buenos evita que haya peleas de unos contra otros.
¿Y los poderes públicos están trabajando en ello o solo buscan cubrir la prestación de servicios y no miran si realmente están aportando servicios útiles?
Es necesario un diálogo transparente, honesto. Si queremos solucionarlo solo desde el punto de vista profesional o empresarial, no podremos. Hay que analizar qué servicios tenemos, cuánto cuestan, cómo están conformados, cuáles son eficientes… Hay que invertir en prevención e investigación, que dará riqueza al país en 20 o 30 años. Si no lo hacemos, tendremos más dependencia, más enfermedades y más costes; no podremos pagar los recursos y servicios.
ACEB tiene un decálogo y ahora presenta diez retos. ¿Es lo mismo?
No, son diferentes. El decálogo busca impulsar la cohesión de los servicios sociales y sanitarios para que estén más coordinados y que la atención a la población sociosanitaria sea integrada, continuada y progresiva. Esto no significa integrar los sistemas o las Consejerías, pero sí la atención a ese perfil de población. Y los 10 retos son con respecto a la búsqueda de soluciones, la prevención, la sostenibilidad y equidad de las pensiones, el modelo educativo… Son retos concretos para una mejora estructural de los cuatro pilares del Estado de Bienestar.
¿Está en riesgo el Estado de Bienestar en España?
Las proyecciones que hay por el reto demográfico y las evoluciones económicas dicen que habrá muchas tensiones entre 2030 y 2050. Si no hacemos nada y no dialogamos, es posible que tengamos un sistema no eficiente y es factible que se tomen medidas muy duras y que lo hagamos mucho peor. Cuando no planificas, proyectas y diseñas, tendrás un futuro incierto. Cuando lo haces, diriges hacia dónde quieres evolucionar la sociedad. Por eso buscamos estos espacios. Estamos convencidos de que lo vamos a conseguir.
Si el foro llega a convertirse en lo que busca ACEB, ¿se llevarán al Parlamento algunas de las propuestas o solo serán recomendaciones?
La importancia es que estén todos los partidos políticos, el inicio es dialogar y colaborar para crear las mejores soluciones posibles. La idea es que sea útil para el Congreso en su labor legislativa, para los ministerios y para el Gobierno. Si están los partidos, son los que gobiernan. Pero también es factible crear un espacio de diálogo que se incorpore a una comisión legislativa permanente del Congreso de los Diputados.