El sector asistencial pide medidas urgentes para paliar las consecuencias del coronavirus. El bloqueo total del país para frenar la curva de contagios, acordado en la declaración del Estado de Alarma, ha suspendido la actividad económica en general, aunque entre las excepciones figura el cuidado a personas mayores o dependientes.
Sin embargo, la orden de confinar a todo el país para reducir la tasa de contagios del COVID-19 afecta especialmente a estos grupos, precisamente los considerados más vulnerables respecto a esta nueva enfermedad.
Para evitar que a su situación personal se sume como agravante el bloqueo del país, la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales ha pedido 10 medidas en servicios sociales para paliar las consecuencias del coronavirus. “Paliar estas necesidades exige adoptar medidas excepcionales”, alertan desde esta Asociación.
La primera de las medidas tiene que ver con la financiación excepcional de la red de servicios sociales, donde reclaman “al menos 400 millones de euros añadidos a los 25 millones ya aprobados por el Consejo de Ministros del 12 de marzo”.
El dinero serviría para incrementar la atención domiciliaria como sustituto de la presencial, dado que varias Comunidades Autónomas han cerrado los centros de mayores. Pero la Asociación también propone restringir la atención domiciliaria a los casos en que realmente sea imprescindible, dado el riesgo que corren tanto los trabajadores del sector como los propios atendidos. En este sentido, la Asociación pide declarar a estos trabajadores como ‘personal esencial’ para que puedan realizar su labor con las medidas de seguridad y movilidad necesarias.
La financiación exigida, además, deberá servir para “ampliar la dotación de las partidas destinadas a Rentas Mínimas de Inserción”, dado que se están extendiendo los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) ante la caída de la actividad económica. La Asociación exige a las Comunidades Autónomas la aprobación acelerada de los expedientes en estudio, lo que ayudaría a garantizar la adecuada alimentación de las familias que han visto, de un día para otro, cómo los comedores de colegios y centros de mayores cerraban sus puertas.
Otras medidas tienen que ver directamente con residencias y centros de mayores. La primera, hospitalizar a los residentes en los propios centros de mayores siempre que sea posible para “aliviar la presión en los centros hospitalarios”, además de para reducir “el riesgo de contagio en una población tan vulnerable como son las personas mayores”.
Asimismo, la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales pide “garantizar el funcionamiento de todo tipo de centros residenciales de servicios sociales” mediante su refuerzo con personal sanitario “que ofrezca pautas de prevención y actuación”. En estos centros deberán habilitarse espacios “para mantener el aislamiento de las personas que puedan presentar sintomatología compatible con la enfermedad”.
Estos centros, pide la Asociación, también deberán mantener su actividad asistencial básica comunitaria. “Planteamos suspender toda su actividad que no sea esencial, pidiendo además a la población que no acuda a ellos salvo para situaciones de extrema necesidad”, entre las que cita alimentación para familias necesitadas o cobertura de necesidades básicas, entre ellas la atención domiciliaria.
Por último, la Asociación aboga por asegurar la asistencia a personas sin hogar y por promover entre la ciudadanía las acciones de voluntariado.