La Generalitat Valenciana adjudica más de 1.500 plazas residenciales por casi 70 millones de euros. El Gobierno del socialista Ximo Puig sacó a concurso trece lotes por 68 millones de euros para concertar un millar de plazas residenciales en la región.
El contrato se ha justificado en la necesidad de dotar a la Comunidad Autónoma de un refuerzo en las plazas residenciales concertadas por el “incremento progresivo de la población mayor como consecuencia de cambios demográficos y sociales, así como un marcado proceso de envejecimiento dentro de este sector poblacional”, según han citado medios del sector. Para ello, la Generalitat sacó a concurso los trece lotes, con un precio por plaza y día que ronda los 58 euros para los años 2020 y 2021.
La compañía que se ha llevado más lotes es Savia, pero no ha sido la única empresa del sector residencial agraciada. Otras, como Tot Gent Major, El Castillo Atención a la Dependencia o Rameco, también han conseguido plazas concertadas en sus centros.
De entre las grandes empresas del sector residencial de España destacan La Saleta Care o DomusVi, que ha conseguido más de 70 plazas. Algunas empresas han conseguido lotes enteros o participaciones en otros lotes, que compartirán con otras compañías.
De hecho, la mayoría de las adjudicatarias han conseguido cifras que generalmente no superan el centenar de plazas por lote, e incluso en total, de manera que muchas empresas de diferentes naturalezas han resultado elegidas para gestionar estas plazas concertadas en residencias de mayores de la Comunidad Valenciana.
Este contrato, y sobre todo su magnitud, demuestra el interés de las Administraciones por reforzar el sistema de atención a la dependencia en sus respectivos ámbitos, conscientes de la necesidad de ir dotando con mayor cantidad de plazas unos servicios que pronto se quedarán insuficientes para atender a todos los ciudadanos que los necesitarán.
No en vano, se estima que en España serán necesarias 500.000 camas adicionales hasta 2050 para atender en condiciones a la creciente población de mayores de 65 años, si bien las residencias de mayores competirán con los servicios de ayuda a domicilio, que, gracias a la mejora de las nuevas tecnologías, están retrasando la edad de ingreso en una residencia de mayores.
Algo a lo que también contribuye la mayor esperanza de vida con buena salud, lo que obligará a las residencias de mayores a contar con un nuevo perfil de usuario: más mayor, con más patologías y con mayor grado de dependencia, como ya se está viendo en muchos centros.