DomusVi ha elaborado y publicado un documento sobre la vacunación contra el coronavirus en residencias de mayores. De la mano de su Comité de Ética Asistencial, la compañía de gestión residencial y atención a la dependencia ha difundido una serie de directrices éticas para regular la administración de la vacuna en residencias y centros de día, principalmente, pero también en centros de atención a la discapacidad y salud mental.
El documento, que busca convertirse en una guía de buenas prácticas a la hora de distribuir la vacuna entre personas mayores, destaca que el suministro debe basarse, en todo caso, en directrices sanitarias y éticas. Y considera imprescindible “desarrollar una tarea pedagógica con el objeto de persuadir a todos los agentes implicados del carácter beneficioso que tiene la campaña de vacunación”. En otras palabras: promover un mensaje a favor de la vacuna contra el COVID-19 que ayude a combatir los bulos que rodean a uno de los momentos más esperados y necesarios para acabar con la pandemia.
Por ello, esta guía de DomusVi sobre vacunación se basa en varios principios, que a su vez entroncan con la bioética. Entre ellos están el Principio de No Maleficencia, que “evoca el deber de evitar el mal”, explica, y enmarca en que “la vacunación evita la enfermedad y la muerte, con lo cual evita un mal a la persona”.
También habla del Principio de Beneficencia, del que dice, para este caso concreto, que la vacunación constituye “un bien para el usuario” desde el momento en que “evita la enfermedad y la muerte, y preserva su salud”.
Asimismo, en el documento de DomusVi se destaca el Principio de Autonomía, que liga en este caso a la libertad de cada individuo para decidir si desea ponerse la vacuna de la COVID-19 o prefiere no hacerlo, a pesar de las implicaciones que una negativa pueda tener para su salud y la de cuantos rodean al individuo negacionista.
Por último, destaca el Principio de Justicia, que encuadra en “el deber de que todos los usuarios reciban un trato equitativo, dada su idéntica dignidad jurídica y ética”. Y apunta a que la vacuna debe distribuirse por igual a cualquier individuo “independientemente de su poder adquisitivo”. Algo que la Unión Europea, y España en particular, han garantizado, al distribuir de forma gratuita las vacunas.
DomusVi no se olvida de la necesidad de que la vacunación también llegue “a todos los profesionales de la salud que desempeñen su actividad en los centros y a los familiares de los residentes”, por lo que ruegan a las familias con mayores institucionalizados que “accedan a la vacuna con el fin de evitar un mal para los mayores”.
La compañía se hace eco de la opinión de la comunidad científica, que considera a la vacuna como “el medio más eficaz para combatir este virus y restablecer la normalidad”, explica DomusVi. Y destaca, por parte de su Comité de Ética Asistencial, que “en esta nueva fase de la pandemia, es sumamente importante mantener los niveles de prudencia y de control que se han mantenido en los últimos meses y garantizar que el proceso de vacunación se extienda al cien por cien de los agentes de la organización para garantizar el máximo bienestar de las personas que nos han encomendado su cuidado integral”.
El documento sobre vacunas de coronavirus de DomusVi está disponible para su consulta y descarga en este enlace.