¿En qué servicios se ha especializado la Inmobiliaria Eduardo Molet?
Hemos visto que el 80% o más de las personas mayores lo que quieren es continuar viviendo en su casa para siempre. No quieren ir a residencias o a vivir con familiares: quieren mantenerse en su casa. Una fórmula para ello es la venta de la nuda propiedad.
¿Qué es la venta de la nuda propiedad?
Es vender una parte de tu casa, el título de propiedad, reservándose el derecho al usufructo vitalicio: el derecho a usar y disfrutar de la casa para siempre.
De este modo, las personas mayores venden su casa, la nuda propiedad, y continúan viviendo en ella en usufructo vitalicio, hasta finalizar sus días. Se inscribe en un registro y obtienen el dinero de una vez. Es la solución para muchas personas mayores que quieren tener una buena calidad de vida en los últimos años de su vida.
¿Y qué pasa cuando fallecen?
Se extingue el usufructo vitalicio.
¿Qué pasaría si estas personas mayores viven con un hijo o con otras personas?
La persona mayor podría incluso alquilar la casa durante el usufructo. Los hijos igual, pueden vivir ahí hasta que fallece la persona mayor, cuando se extingue el derecho al usufructo vitalicio. En tal caso, tendrán que abandonar la casa.
¿Es un procedimiento seguro para los inversores?
Es lo más seguro para las personas mayores, porque de un alquiler te pueden echar, pero si vives como usufructuario, es imposible. Todo se hace ante notario, así que es también una buena fórmula de inversión, ya que compran una casa a un menor precio y esperan unos años para tener el pleno dominio.
Otro modelo en boga es la hipoteca inversa. ¿Cuáles son las diferencias entre hipoteca inversa y venta de la nuda propiedad?
En la nuda propiedad vendemos el título de propiedad, por lo que la casa pasa al dominio del comprador cuando fallece la persona.
En la hipoteca inversa hay un crédito que da un banco a la persona mayor con la garantía de la casa. El banco se compromete a no reclamar el préstamo hasta el fallecimiento de la persona mayor. Cuando muere, el banco se reúne con los herederos y demuestra el dinero entregado con intereses y gastos durante años y se hacen cuentas. No se pierde la propiedad, ya que los herederos pueden recuperar la propiedad al pagar la deuda.
Pero, al ser bancos, dan cantidades muy pequeñas. Por ejemplo: si una persona tiene una casa de 400.000 euros, puede recibir casi 300.000 euros por la casa, y los recibe de una vez. Recibirá unos 500 euros al mes de por vida. A mucha gente no le soluciona mucho, y por eso aconsejo la nuda propiedad.
En la nuda propiedad, los pisos parece que se ofrecen a un precio más bajo que el de mercado.
Claro, si el pleno dominio vale 400.000, la nuda propiedad serán 300.000 euros. Esto se debe a que el usufructuario, la persona mayor, continúa viviendo en su casa y podrá hacerlo durante muchos años. El inversor no va a poder disponer de la casa en muchos años, por lo que no puede pagar lo mismo que si la fuera a utilizar al día siguiente.
¿Y el inversor puede revender la nuda propiedad mientras el usufructuario sigue viviendo en el piso?
Sí, perfectamente. Y seguramente lo hará por más dinero, ya que el usufructuario será más mayor y se estará más cerca de poder acceder al pleno dominio.
¿Ha crecido mucho en los últimos años este modelo? ¿Cuál puede ser las causas, un tema de pensiones o de necesidad de cuidados por dependencia?
Se hace en Europa y Estados Unidos, lo que pasa es que, en España, hasta ahora hemos tenido apego a la vivienda porque vivían todos juntos. A nadie se le ocurría desprenderse de la vivienda porque vivía toda la familia allí. Ahora nos encontramos con que los mayores igual tienen 90 años y los hijos 60, por lo que la casa de la persona mayor no la necesita el hijo, tiene su propia casa y su vida hecha. Esa es la primera razón: hay un desapego a la casa de los abuelos.
La segunda razón es que el plan de pensiones en España es muy bueno, pero está claro que, por la pirámide de edad, en unos años tendrán que bajar las pensiones y no llegarán para mantener el nivel de vida. La solución es monetizar la vivienda, lo que beneficia al mayor, que recibe dinero de una vez y aumenta su calidad de vida, y los hijos no heredan la casa, pero tienen la seguridad de que sus padres tienen mayor calidad de vida y además se evitan problemas de herencia.