El Servicio de Teleasistencia en Barcelona ya llega al 78,5 % de las personas mayores de 80 años que viven solas en la Ciudad Condal, según datos del Ayuntamiento de Barcelona. Es el porcentaje más alto registrado hasta la fecha, “y una muerta del esfuerzo municipal llevado a cabo durante el último año”, explican desde la compañía.
La pandemia ha acelerado una tendencia que ya crecía de forma natural. En 2020 se registró un máximo histórico de 102.919 usuarios de teleasistencia en Barcelona, 1.000 más que el año anterior. Además, el año pasado se potenció el uso de dispositivos conectados para teleasistencia, como detectores de humo, de gas o de movilidad. Ya hay más de 31.000 solo en Barcelona, frente a los apenas 10.000 de 2017.
Parte de este aumento en la penetración de la teleasistencia de Tunstall Televida en Barcelona se debe a una campaña del Ayuntamiento, dirigida principalmente a las personas mayores que viven solas. Gracias a ello, más de 3.000 nuevos usuarios solicitaron el alta, algo que se facilitó desde el consistorio permitiendo realizar los trámites íntegramente a través de Internet.
El Ayuntamiento de Barcelona también ha mejorado la coordinación del servicio de teleasistencia con los servicios sociales, derivando a usuarios con mayores dificultades para que puedan recibir la atención que mejor se ajuste a sus necesidades. El consistorio destina 7,6 millones de euros al año a la teleasistencia, cuyos usuarios mayoritarios son mayores de 75 años, en muchas ocasiones que residen solos.
Este programa también se centra en los cuidadores no profesionales, con el objetivo de aliviar su carga de trabajo a través de llamadas de seguimiento y apoyo constante en su labor, así como escucha activa y visitas anuales para actualizarlos sobre los recursos que tienen a su alcance para mejorar su situación.
Junto a la teleasistencia, el Ayuntamiento barcelonés destinará 13,5 millones de euros durante los próximos tres años para mejorar los servicios sociales, dotándolos de un mayor grado de proximidad y eficiencia sin renunciar a la calidad asistencial. El objetivo es que, de cara a 2022, cuando vence el actual contrato de teleasistencia, se integren servicios adicionales como el uso de la realidad virtual con personas mayores, la telemonitorización o la telemedicina, en boga a raíz de la pandemia y cada vez más aceptada entre los ciudadanos. Todo ello, para crear un servicio de teleasistencia avanzada a inteligente dirigido por tecnología, como el que ofrece Tunstall Televida.