Vitalia Canillejas reabre como residencia de mayores tras haberse dedicado durante los últimos meses a atender a enfermos de COVID. El centro ha sido renovado con acogedores espacios y amplios jardines para favorecer la humanización de la vida residencial y las más avanzadas tecnologías de rehabilitación.
De este modo, cierra una etapa en la que ha atendido a 440 personas enfermas de COVID-19. Nueve de cada diez pudieron volver a sus residencias de mayores habituales tras su aislamiento y recuperación en Vitalia Canillejas, que se destinó íntegramente a atender a estos pacientes.
La residencia de Vitalia Home en Madrid se transformó el pasado mes de octubre, en plena segunda ola de contagios. El objetivo de la compañía tenía varias caras: por un lado, se buscaba aislar a los enfermos en un único centro para evitar la propagación del virus en otras residencias del Grupo; por otro, se buscaba atenderlos en un entorno seguro y preparado para responder a sus necesidades; y, por otro, la compañía buscaba eliminar la soledad que genera el aislamiento.
Ahora, y una vez cumplida su misión, Vitalia hace balance: solo han fallecido el 1,1 % de los ingresados, y otro 13 % pudo ser derivado a hospitales para su completa atención y recuperación.
Vitalia Canillejas recupera, por tanto, su papel de residencia de mayores en Madrid, con 94 plazas repartidas en 4 casas o Unidades de Convivencia con sala de estar, comedor y cocina propia. Todo ello para garantizar un modelo de cuidados más humano y hogareño, con menos traslados y sin masificación, algo necesario en esta época.
La residencia de mayores Vitalia Canillejas cuenta con 64 habitaciones individuales y 15 dobles, atendidas por un equipo multidisciplinar que además se encarga de ofrecer servicios como peluquería, estética o psicología.
Esta vuelta a la normalidad refleja el buen momento que viven las residencias de mayores tras un trágico año en el que el virus se cebó con los mayores. Ahora, cuando el 100 % de los mayores de 80 años y casi siete de cada diez mayores de 70 años ya están vacunados, la vida vuelve a abrirse paso en las residencias de mayores, que recuperan la alegría y las ganas de vivir en entornos completamente seguros, inmunizados y listos para seguir cuidando a nuestros mayores y dependientes.