El doctor Luis Perea, director Técnico Asistencial de Albertia, ha participado en un trabajo de investigación sobre los criterios CHROME publicado en la revista ‘Frontiers in Psychiatry’.
El trabajo, en el que también ha participado la Fundación Maria Wolff, analiza los criterios CHROME, cuyas siglas se corresponden con Chemical Restraints Avoidance Methodology (metodología para evitar sujeciones químicas). El objetivo de CHROME es ayudar al clínico unificando los diferentes aspectos multidisciplinares a tener en cuenta a la hora de prescribir psicofármacos a un paciente, especialmente aquellos con demencias.
Estos criterios CHROME han sido elaborados por un panel de expertos con el objetivo de reducir las sujeciones químicas en las personas con demencia que viven en residencias de mayores y de promover, con ello, una prescripción de psicofármacos de calidad, dentro de un marco legal.
Para ello, se definen unos síndromes neuropsiquiátricos que justifican el tratamiento farmacológico y se ofrecen pautas para la elección, control y retirada del psicofármaco. Los criterios CHROME aportan una metodología verificable para que los centros que lo deseen puedan recibir la acreditación de centro libre de sujeciones químicas.
La participación del doctor Luis Perea en este trabajo se justifica por el énfasis que ha puesto Albertia por eliminar las sujeciones en sus centros. La compañía ha sido acreditada por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) por su eliminación de sujeciones en la residencia de mayores Albertia Valle de la Oliva (ubicada en Majadahonda, Madrid) y en Albertia Las Palmeras, en Azuqueca de Henares. Ambos centros cumplen los criterios CHROME, y la intención de Albertia es que toda su red de residencias de mayores sea acreditada en el futuro por esta misma razón, gracias a un plan interno que está formando a los empleados de Albertia para que sepan aplicar estos criterios.
Como explican fuentes de la compañía, a prescripción de psicofármacos en personas con demencia debe basarse en un diagnóstico médico y considerar la utilización de otras medidas terapéuticas, siempre cumpliendo con los criterios legales establecidos. Los psicofármacos se utilizan con frecuencia para el tratamiento de los síntomas psicológicos y conductuales de la demencia, “aunque los datos científicos muestran a lo sumo una eficacia moderada y a pesar de los importantes riesgos derivados de su uso”, apuntan.
Por ello, desde Albertia se apuesta por un modelo que no ponga en el centro el uso de psicofármacos, sobre todo como herramientas para compensar carencias en calidad de la atención, adecuación ambiental y enfoques no farmacológicos.