Un estudio vincula la teleasistencia avanzada con una reducción de la presión sobre los servicios de emergencias en España independientemente de la edad de los usuarios. El trabajo, publicado en el Journal of Healthcare Informatics Research, analiza el periodo 2014-2018 y revela que, a pesar de la elevada edad de la población estudiada, no se observó un mayor requerimiento de los servicios de emergencias, algo que los autores creen que puede deberse al uso de teleasistencia avanzada.
El estudio está financiado e impulsado por Tunstall, compañía especializada en teleasistencia avanzada, además de otros servicios para personas mayores. Sus autores, basándose en los datos recabados de sus propios usuarios, concluyen que el estudio “ilustra que, para la muestra de población de usuarios de servicios de teleasistencia avanzada en España, el aumento de la edad media no ha resultado en una mayor demanda de movilizaciones de ambulancias”.
En este sentido, el estudio destaca que el uso de estos sistemas permite descargar presión sobre los servicios de emergencias, ya que contribuyen a evitar eventos en los que sea necesaria su intervención.
Es más, el estudio refleja que “el nivel medio de movilizaciones se redujo durante este tiempo a pesar del perfil de población similar en el momento del registro para el servicio”. “La teleasistencia proactiva y personalizada ya ha demostrado que permite a las personas mayores a vivir de forma independiente en sus casas durante más tiempo, ayudándolas a sentirse más seguras y autosuficientes, retrasando su institucionalización y ayudando a las administraciones públicas a liberar millones en fondos de atención social”, apuntan desde Tunstall, en una nota divulgada con motivo de la publicación del estudio.
A diferencia de los servicios de teleasistencia tradicionales, que funcionan en modo reactivo (permiten intervenir cuando se ha producido una eventualidad), la teleasistencia avanzada permite adelantarse a los acontecimientos a través de dispositivos y sensores tecnológicos que hacen un seguimiento en tiempo real del estado del usuario. De este modo, se puede intervenir antes de que se produzca el evento o detectar patrones que inducen a pensar que podrían producirse, permitiendo una intervención preventiva que involucrará a diferentes áreas de atención.
El estudio, que está disponible para su consulta en este enlace, refleja la importancia de contar con sistemas de monitorización y atención a personas mayores a distancia como una herramienta esencial a la hora de proporcionar una mayor calidad de vida y autonomía al usuario sin comprometer su día a día.