El sector de las residencias de mayores en España se recupera progresivamente del zarpazo de la pandemia. El último informe de DBK, correspondiente a mayo de 2022, revela que en España ya hay más de 388.000 plazas residenciales, de las que algo más de 290.000 son privadas, repartidas a razón de 180.000 totalmente privadas y otras 109.000 concertadas con las Administraciones.
Si se analiza la composición del tejido se observa que los diez primeros operadores privados acumulan un tercio del total de plazas, mientras que los cinco primeros representan casi el 24%. Esto demuestra, por un lado, el peso de las grandes compañías en el sector, pero también, por otro lado, cierta atomización por existir un importante número de compañías de menor tamaño que, en ocasiones, apenas gestionan un único centro. Es de esperar que en los próximos años asistamos a nuevas operaciones de consolidación en el sector.
En España hay 5.500 residencias de mayores a cierre de 2021, donde se acumulan casi 390.000 plazas que se ubican, mayoritariamente (75%) en centros privados. El sector facturó 4.600 millones de euros en 2021, con un crecimiento del 1,1% respecto a 2020, el año más duro de la pandemia, que afectó de forma directa a estos centros tanto por la complicada situación sanitaria que vivieron como por la dificultad para integrar a nuevos usuarios en ellos debido a las restricciones y confinamientos.
El montante total se reparte a razón de 2.660 millones por la gestión de las plazas privadas, que supone el 57,8% del total facturado, mientras que otros 1.470 millones corresponden a la gestión de plazas concertadas. Un modelo que cobra fuerza por la dificultad para muchas familias para asumir los costes de una plaza residencial, llamados, además, a incrementarse aún más en el futuro si sale adelante el acuerdo para mejorar las condiciones salariales y aumentar las ratios de personal.