Así lo ha detallado el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, durante la inauguración de este nuevo dispositivo puesto en marcha por el Gobierno madrileño, que apuesta por ofrecer en su sanidad pública un abordaje integral a un problema de salud mental emergente que afecta especialmente a los más jóvenes y que se ha expandido y agravado tras la pandemia COVID-19.
AdCom Madrid atenderá desde una perspectiva sanitaria y psicosocial a las personas que muestran comportamientos adictivos en relación con el juego de apuestas, videojuegos, sexo, compras compulsivas y redes sociales. Se brindará a dos grupos poblacionales de forma diferenciada: los menores de 12 a 17 años de edad, acompañados de sus padres o tutores; y adultos mayores de 18 años.
Este nuevo centro de la sanidad pública madrileña está formado por profesionales del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón -Madrid- y lo integran un psiquiatra de adultos, uno de niños y adolescentes, un psicólogo experto en adicciones, una enfermera especialista en salud mental y un trabajador social. El equipo multidisciplinar de este innovador dispositivo permitirá atender de forma simultánea la adicción y el trastorno mental, lo que se conoce como una patología dual. Todo ello a través de tres objetivos: la prevención, la investigación y la asistencia en el campo de la Salud Mental en general y en las Adicciones Comportamentales en particular.
Es la primera vez que en materia de Salud Mental el usuario puede entrar directamente a una prestación altamente especializada. Se trata de la iniciativa más innovadora emprendida en esta área en España, en la que, a través del proyecto de digitalización llevado a cabo por la Dirección General de Sistemas de Información y Equipamientos Sanitarios, el paciente podrá autocitarse en la web: https://citawebadcom.sanidadmadrid.org/Acceso/Servicio.aspx. De esta manera la población puede ir al programa sin necesidad de pasar por su médico de Atención Primaria ni su centro de Salud Mental.
Una vez citados, el proceso de cribado se realizará en el Hospital público Gregorio Marañón, cumplimentando unos cuestionarios para delimitar su grado de adicción y afectación psicológica o psiquiátrica. Los adultos podrán rellenarlos a través de su Tarjeta Sanitaria Virtual o una tablet que proporcionará el propio hospital, al igual que en el caso de los menores y sus padres. Por este dispositivo pueden pasar unas 100 personas a la semana.
Una vez que el equipo multidisciplinar valora los cuestionarios, se procede a informar a los pacientes de su situación, que se comprende en uno de los siguientes estadios: se cita en consulta para una evaluación más exhaustiva si tiene un problema de adicción que afecta a su salud mental; si existe un uso problemático, pero no existe adicción, se deriva a dispositivos donde la persona recibirá información y formación para el buen uso de esas conductas; si no existe adicción ni uso problemático, se le comunica, pero no se le dará cita.
Si el paciente requiere de tratamiento en el centro AdCom Madrid, este se inicia con una visita a Enfermería, que, además de explicar el seguimiento, realizará las analíticas de sangre previstas en esta evaluación. A continuación, será atendido por un psiquiatra, luego por un psicólogo y, según necesidades no sanitarias, tendrá una cita con Trabajo Social.
A partir de la primera evaluación se ofrecerá al paciente un plan individual de tratamiento que incluirá seguimiento y tratamiento psiquiátrico y psicoterapia individual y/o grupal. La intervención grupal estará dirigida a desarrollar en los pacientes un mejor control de los impulsos implicados en su adicción.
Las Adicciones Comportamentales son aquellas que se derivan de un hábito o comportamiento aparentemente inofensivo, pero que puede convertirse en adictivo. Este comportamiento repetitivo y sin control interfiere en gran medida en la vida familiar, laboral o educativa y social del paciente. Se caracteriza por un abuso, es decir, una dedicación excesiva de tiempo a esa conducta. Además, se traduce en una necesidad creciente de aumentar el tiempo dedicado a ese comportamiento para poder alcanzar la satisfacción deseada. El paciente también sufre la abstinencia, un gran malestar físico y psicológico si por una razón se les priva de esa conducta, y, además, la aparición de consecuencias negativas en su vida no son suficientes para ayudarle a abandonar la conducta adictiva.
La Comunidad de Madrid trabaja en un modelo de Sanidad Moderna, en la que se presta una asistencia humanizada a través de la última tecnología. Por ello, a través del Plan de Salud Mental y Adicciones dotado de 45 millones de euros, está incorporando de manera progresiva 370 profesionales de diferentes categorías especializados en la materia. De ellos, 259 este mismo año, habiéndose ofertado ya las plazas a los 90 médicos, psicólogos clínicos y enfermeras que finalizan su formación en residencia en centros sanitarios madrileños como especialistas en psiquiatría, psicología clínica y enfermería de salud mental. Éstos podrán incorporarse a partir de septiembre que es cuando finaliza su periodo formativo.
Todo ello para ofrecer una Sanidad pública que cure, pero también que cuide y acompañe, a través de este recurso pionero que se suma a los nuevos Hospitales de Día de niños y adolescentes en los Hospitales La Paz, Clínico San Carlos y Getafe, así como los 14 equipos de atención domiciliaria contemplados en el Plan de Salud Mental y Adicciones.
El Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón es considerado desde hace varios años por el Monitor de Reputación Sanitaria como el mejor Servicio de Psiquiatría de España. Uno de los motivos es la ingente actividad investigadora que lleva a cabo, una experiencia y nivel científico del que se beneficiará el nuevo centro AdCom Madrid. Así, en una primera fase se analizará la prevalencia de estos trastornos en la población general y se estudiará la frecuencia con la que aparece otro trastorno mental en estos pacientes. Asimismo, se creará un instrumento de evaluación para estos problemas de salud mental que permita un mejor diagnóstico y se explorarán las posibilidades de iniciar ensayos clínicos tanto con intervención grupal psicoterapéutica como con otras intervenciones farmacológicas. Finalmente se realizarán proyectos de investigación que aborden los trastornos de adicciones comportamentales desde la neurociencia, la neuroimagen y la genética para una mejor comprensión.