La estimulación cognitiva centrada en la persona es un modelo que se caracteriza por poner al usuario y a sus necesidades en el centro como eje principal de la intervención.
Se sustenta en el principio de la personalización e individualización, lo que permite que la intervención se ajuste a las necesidades, intereses y situación de cada persona. Esto es fundamental para motivar al paciente y para alcanzar unos objetivos útiles en cada situación (valor ecológico), que pueden variar inmensamente de una persona a otra.
Pensemos por ejemplo en dos pacientes con Alzheimer. Podría parecer que ambos tendrán un perfil muy similar y necesitar una misma intervención, pero mientras que uno está ingresado en una residencia, se crió en el campo y no sabe leer ni escribir, el otro vive en casa de su hijo y su nuera, con dos nietos en edad escolar que están mucho tiempo interactuando con él, y durante su vida laboral fue banquero en la ciudad. Tanto su base cultural y experiencia, como los intereses y las circunstancias diarias de ambos, son totalmente distintos, por lo que es conveniente analizar qué tipo de contenidos sería más práctico y necesario trabajar con cada uno de ellos.
Con esta premisa en mente, destaca la plataforma de estimulación cognitiva NeuronUP, que permite a los neuropsicólogos y terapeutas ocupacionales adaptar cada actividad a las particularidades y necesidades de cada persona, lo que posibilita individualizar cada intervención para adecuarla a los modelos centrados en la persona y aumentar así su motivación y rendimiento.
Por un lado, se pueden personalizar las características generales de la actividad (tiempo máximo, instrucciones, aviso por inactividad en caso de que el paciente tenga problemas atencionales, errores permitidos, etc.).
Por otro, el profesional puede elegir los parámetros concretos del juego, lo que permite adaptar el nivel de una manera precisa (por ejemplo, en una tarea de memorización de objetos se podría elegir el número de elementos que van a aparecer y cuánto es el tiempo para memorizarlos).
También pueden personalizarse los contenidos para hacer la actividad más motivadora y significativa para el paciente. Por ejemplo, en una sopa de letras, puedes poner los nombres de sus nietos, algo idóneo para potenciar la motivación del usuario a la hora de buscar las palabras escondidas.
Por último, en los casos que se considere pertinentes, se puede personalizar la adaptabilidad a la hora de interactuar con el juego (si el paciente tiene una pantalla táctil, probablemente lo más intuitivo sea arrastrar los elementos, pero en caso de tener problemas de movilidad o uso del ratón, el profesional puede elegir que el movimiento de elementos se realice mediante simples pulsaciones).
La adecuada elección de todas estas posibilidades ha demostrado unos mejores resultados en los pacientes y una mayor adherencia a la intervención.
Si te interesa más información sobre cómo trabajar con NeuronUP, puedes solicitarla aquí.