También destaca que no se trata solo de seguir los consejos básicos sobre el consumo de líquidos, sino de no olvidar tomar líquidos a lo largo del día. Esto ayuda al cuerpo a mantenerse hidratado, algo esencial para un sistema inmunológico saludable y para la salud en general.
Los resultados más recientes provienen de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), que identificaron un método sencillo y probado para tener mejor bienestar y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
La cantidad de agua que se debe tomar cada día varía según las necesidades individuales. También depende del nivel de actividad, el clima y la dieta. La Dieta Dietary Reference Intakes del Instituto de Medicina de EE. UU. recomienda entre 2,7 y 3,7 litros de líquidos para adultos sanos.
Sin embargo, para aquellos que sufren de enfermedades crónicas, esta cantidad puede variar. Por ejemplo, aquellos con presión arterial alta pueden tener que limitar su ingesta de líquidos a 2 litros o menos por día, según los NIH.
Además de ayudar a retrasar el envejecimiento, hay otras razones para cuidar el hábito de beber agua. Esto incluye mejoras en la salud general, la capacidad cerebral y mejoras en las enfermedades crónicas. Algunos de los posibles beneficios de una adecuada hidratación van desde reducir el riesgo de enfermedad cardiaca, mejorar el desempeño mental y reducir los síntomas de la artritis.
Además, los médicos recomiendan beber agua para prevenir enfermedades comunes como resfriados, gripe y posibles complicaciones de la diabetes. La buena hidratación también ayuda a mantener los niveles de colesterol, mayor hidratación significa mejor consumo de carbohidratos y un sistema inmunológico más fuerte.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda mantener hábitos saludables a lo largo de la vida, en particular seguir una dieta equilibrada, realizar actividad física con regularidad y abstenerse de consumir tabaco, para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles. Esto contribuye a mejorar la capacidad física y mental y retrasar la dependencia de los cuidados.
Además, la OMS recomienda que los adultos mayores particulen en actividades como deportes ligeros, actividades del hogar, caminatas diarias, socializar y realizar hobby. Estas prácticas ayudan a mantener una buena salud mental, mejorar la memoria, una mejor salud cardiovascular y fortalece el sistema inmunológico.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) invierten más del 80% de su presupuesto en más de 300.000 miembros del personal de investigación, aproximadamente 6000 científicos que trabajan en sus laboratorios de investigación, además ofrecen información de salud basada en investigaciones y revisada por expertos para ayudar a aprender sobre el envejecimiento saludable y las afecciones de salud más comunes en adultos mayores.
En conclusión, mantener un hábito de beber agua con regularidad puede tener beneficios a corto y largo plazo para la salud. Esto, combinado con hábitos saludables como una dieta equilibrada y realizar actividades de ejercicio, contribuye a retrasar el envejecimiento, tener mejor salud mental y física, y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) recomiendan un método muy sencillo y probado para tener mejor salud.