Las llamadas spam son llamadas no solicitadas realizadas por telemarketers y estafadores con la intención de vender productos o servicios, o para recabar información personal que pueda utilizarse para phishing u otras actividades fraudulentas.
Estas llamadas suelen realizarse mediante sistemas de marcación automática, lo que dificulta su rastreo y bloqueo.
Según la nueva normativa, se prohibirá a los telemarketers realizar llamadas no solicitadas a los consumidores, a menos que éstos hayan dado previamente su consentimiento por escrito o por vía electrónica para recibir dichas llamadas. Este consentimiento no puede obtenerse mediante prácticas engañosas, como ocultar el verdadero propósito de la llamada o engañar al cliente para que dé su consentimiento.
La nueva normativa también conlleva sanciones más estrictas para los telemarketers que incumplan estas normas, incluidas multas de hasta 10.000 dólares por infracción. Los reincidentes pueden enfrentarse incluso a sanciones más severas, como cargos penales.
Estas sanciones están diseñadas para animar a los telemarketers a cumplir la nueva normativa y disuadir a los operadores deshonestos que llevan años saltándose las normas. Las sanciones también sirven de advertencia a las empresas que utilizan el telemarketing como parte de sus estrategias comerciales para que se aseguren de que cumplen todas las normas necesarias.
Así, si la empresa hace un 'spam' sin consentimiento, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) podrá iniciar un expediente sancionador contra la empresa independientemente del lugar donde se ubique.
La nueva normativa está diseñada para proteger a los consumidores de las molestias de las llamadas no solicitadas. Los consumidores ya no tendrán que soportar llamadas no deseadas ofreciéndoles productos o servicios que no necesitan. Esto también reducirá en gran medida el riesgo de ser víctima de estafas que suelen perpetrarse mediante llamadas no solicitadas.
Los consumidores también deben responsabilizarse de su propia protección al responder a las llamadas. Deben estar atentos a las señales de estafa, como que la llamada proceda de un número desconocido, que la persona que llama no pueda proporcionar información clara sobre la empresa o que pida datos personales.
Los consumidores deben ser siempre precavidos y no revelar ningún dato personal por teléfono a menos que estén seguros de la identidad de la persona que llama.
La nueva normativa que prohíbe las llamadas spam supone un alivio para los consumidores que se han visto atormentados por llamadas no deseadas. Esta medida es un paso importante para garantizar la privacidad y la protección de los consumidores.
Las sanciones por incumplimiento son una clara advertencia a las empresas para que cumplan la normativa o se atengan a las consecuencias. Como consumidores, es importante estar alerta y protegernos de las estafas y las llamadas no solicitadas. Con la aplicación de esta nueva normativa, podemos esperar un descenso significativo de las llamadas spam y un entorno de telemarketing más seguro en el futuro.