La memoria a corto plazo es el almacenamiento temporal de la información necesaria para las tareas inmediatas. Puede incluir el número de teléfono que acaba de leer, la dirección de la calle que necesita recordar o una lista de la compra. En general, la memoria a corto plazo es una zona vulnerable en los enfermos de Alzheimer. A medida que avanza la enfermedad, les resulta cada vez más difícil recordar la información más reciente. Las actividades y juegos diseñados para mejorar la memoria a corto plazo pueden ayudar a que funcione mejor durante más tiempo.
A diferencia de la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo implica el almacenamiento de información durante un período de tiempo prolongado. Puede incluir una variedad de cosas, como los nombres de amigos y familiares, recuerdos de la infancia y experiencias personales. Los pacientes de Alzheimer suelen tener dificultades para recuperar los recuerdos a largo plazo, así como para crear nuevos. A menudo, los recuerdos que se olvidan más fácilmente son los de los acontecimientos más recientes. Además, a estos pacientes les cuesta recordar detalles de los acontecimientos del pasado.
La memoria episódica se refiere a la capacidad de recordar acontecimientos o episodios concretos de la vida. Puede clasificarse ampliamente en dos categorías: memoria autobiográfica y memoria específica de un acontecimiento. La memoria autobiográfica se relaciona con sucesos y experiencias personales, mientras que la memoria específica de un suceso incluye los detalles de un hecho. Los enfermos de Alzheimer suelen tener dificultades con ambas clases de memoria episódica, ya que les cuesta recordar sucesos pasados, así como los detalles de esos sucesos. También pueden tener dificultades para reconocer caras o lugares familiares.
La memoria semántica se refiere al conocimiento de hechos y conceptos que no se relacionan con incidentes concretos. Puede incluir información, como la definición de una palabra, los nombres de los colores o la comprensión de los calendarios y su uso. Los enfermos de Alzheimer pueden perder el reconocimiento de estos tipos de hechos, así como la facultad de recordarlos. Además, pueden tener dificultades para comprender, categorizar o generalizar la información.
El Alzheimer puede afectar significativamente a los distintos tipos de memoria. Mientras que la memoria a corto plazo es la más afectada en el inicio de la enfermedad, la memoria a largo plazo, episódica y semántica también pueden verse afectadas a medida que la enfermedad avanza.