El Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM) ha cumplido sus primeros cinco años de vida, consolidándose como un proyecto de éxito del trabajo colaborativo entre los agentes de la cadena del medicamento: autoridades sanitarias, industria farmacéutica, oficinas de farmacia y distribuidores.
Este sistema supone una garantía de seguridad y verificación adicional que permite prácticamente blindar cada medicamento que se comercializa legalmente en España.
Con casi 7.300 millones de códigos cargados, más de 3.200 millones de dispensaciones y con 543 laboratorios, 340 entidades de distribución, 22.220 farmacias, 206 hospitales privados y 42 farmacias militares conectados —lo que supone el 98% de los usuarios finales—, el SEVeM está funcionando a pleno rendimiento.
Sólo quedarían por conectarse los hospitales públicos, toda vez que se acuerde con las autoridades sanitarias cuál será el modelo para hacerlo.
Así lo ha explicado este miércoles la directora general de SEVeM, María Ángeles Figuerola, en una jornada celebrada en Madrid con motivo del quinto aniversario de su puesta en marcha, quien ha mostrado su satisfacción por la evolución que ha tenido la iniciativa desde su arranque el 9 de febrero de 2019.
Figuerola ha subrayado que la evolución más destacada ha sido lograr que España se sitúe en los niveles de alertas exigidos por Europa para este año y que consisten en no sobrepasar el 0,05% de todas las transacciones realizadas en el sistema. “Hemos pasado de un 20,34% de alertas en febrero de 2019 al 0,044% que estamos registrando ya este mes”, ha informado. Esto significa que el SEVeM ya recoge poco más de 23.000 alertas semanales, esto es, de media una alerta por farmacia a la semana.
Como ha recordado la directora general de SEVeM, el registro de alertas no significa que se trate de medicamentos falsificados o, si quiera, sospechosos, sino de errores técnicos de diferente procedencia, como pueden ser códigos no cargados o lecturas incorrectas desde los escáneres de los usuarios finales.
Para alcanzar este bajo ratio de alertas, ha explicado, se ha implementado una nueva funcionalidad (Scaner Check) que detecta si existe un problema en la configuración de los escáneres y consigue realizar la lectura final correcta.
“Aunque han sido numerosos los logros en estos cinco años, aún nos queda mucho trabajo por hacer para seguir puliendo el sistema en beneficio siempre de los pacientes y del sistema sanitario en su conjunto”, ha afirmado Figuerola.
Cabe recordar que, con este nuevo sistema, los medicamentos que estén sujetos a receta médica tienen que estar provistos de dos dispositivos de seguridad.
El primero es un identificador único (en forma de código datamatrix) que contiene el código de producto, un número de serie de 20 caracteres generados por un algoritmo de aleatorización, el número de lote y la fecha de caducidad. De esta forma se puede verificar la autenticidad e identificar cada envase de medicamento de manera individual.
Adicionalmente, en el caso de España, y a requerimiento de las autoridades nacionales, el código datamatrix contiene también el número nacional de reembolso, ya sea dentro del propio código de producto o en otro campo.
El segundo dispositivo de seguridad es un sistema antimanipulación para garantizar que el envase no ha sido abierto desde su salida de la cadena de producción hasta su dispensación en la oficina de farmacia, como pueden ser una pegatina que sella la caja o un troquelado en el envase de forma que para abrirlo haya que romper el dispositivo y no se pueda cerrar.
Como reza la campaña divulgativa lanzada el pasado viernes, el SEVeM es un sistema creado para garantizar la autenticidad de todos los medicamentos con receta que circulen en la Unión Europea y hay toda una cadena de suministro que impide que entren fármacos falsificados al canal de venta autorizado.
No adquirirlos en las farmacias comunitarias o de hospital puede suponer “sorpresas desagradables para los pacientes. Por eso, #NoRompasLaCadena”.
Fuente: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos