‘Viviendas en red’ es un programa de la Junta de Castilla y León para facilitar a personas mayores vulnerables o en situación de dependencia y personas con discapacidad que deseen vivir en el medio rural un hogar accesible, seguro y confortable. El objetivo es que reciban los apoyos para seguir viviendo de forma autónoma en domicilios particulares cuando no dispongan de vivienda en el municipio -pero deseen ser atendidas en el entorno donde han nacido o vivido- o no puedan adaptar el suyo propio por tener barreras arquitectónicas no subsanables. De esta forma, estas personas no se verán obligadas a acudir a un centro residencial si no es su deseo.
Este programa se lleva cabo en colaboración con los ayuntamientos del medio rural, quienes ceden los inmuebles. Para reforzar esta cooperación, la vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha firmado hoy un convenio de colaboración con el alcalde de la localidad salmantina de Peralejos de Abajo, Alfonso Castilla, para la gestión de estas viviendas. En el documento rubricado se fijan las condiciones de acceso a las viviendas en régimen de alquiler y los requisitos mínimos del contrato de arrendamiento y se acuerda la creación de una comisión para la coordinación de las actuaciones necesarias, orientación y seguimiento del convenio, con dos representantes del Ayuntamiento y dos de la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de Salamanca.
Blanco ha explicado que entre las condiciones de acceso se encuentran tener arraigo con el municipio, una edad de 65 o más años, ser usuario del programa ‘A gusto en casa’ y tener reconocida la necesidad de vivienda en su plan de apoyos como parte del desarrollo de su proyecto de vida.
Los requisitos mínimos exigidos a los beneficiarios son una duración de un año -prorrogable anualmente siempre que el usuario siga cumpliendo los requisitos-, en el que los gastos de la vivienda, incluyendo tributos y obras de reparación serán asumidos por el Ayuntamiento. También se establece que la renta del arrendamiento debe ser reducida, por lo que su importe deberá ser tal que no implique la exclusión de ningún posible usuario por razones de renta.
Tras la firma del acuerdo, la vicepresidenta ha visitado las tres viviendas municipales destinadas al programa ‘Viviendas en red’ en la localidad que el Consistorio ha rehabilitado integralmente en la calle Grande, número 9. Esta rehabilitación ha sido posible gracias a la línea de subvenciones aprobada por la Consejería de Familia con cargo a los fondos europeos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea-Next Generation EU. La financiación va destinada a entidades locales del medio rural de Castilla y León para obras de reparación, reconstrucción, conservación o reposición del sistema estructural y/o equipamiento, necesarias para dotar a las viviendas de titularidad municipal de las condiciones de accesibilidad y seguridad para su incorporación al programa.
La cuantía máxima de la subvención puede llegar hasta el 90 % de los gastos subvencionables, con el límite de 120.000 euros por cada vivienda resultante objeto de actuación en el supuesto de obras, de 20.000 euros para equipamiento y de 150.000 euros en el supuesto de que se soliciten ambas. El número máximo de viviendas subvencionables por localidad es de cuatro.
En total, se han concedido más de 3,6 millones de euros en subvenciones a los 13 municipios de la Comunidad que han participado en el programa, que darán lugar a 31 viviendas, 17 de ellas en la provincia de Salamanca por importe de casi 2 millones de euros.
Los apoyos que incluyen las ‘Viviendas en red’ son ofrecidos a través del programa de la Junta de Castilla y León ‘A gusto en casa’ para realizar sus actividades cotidianas, cuidado de la salud, participación en la comunidad y, en general, todas aquellas actividades significativas que den sentido a su vida.
La consejera de Familia ha recordado que se trata de un proyecto creado para prestar los cuidados de larga duración que necesitan las personas mayores en su propio entorno, con la tecnología como aliada, con acciones y servicios profesionales de calidad que a través de la prevención y la intervención proactiva hacen posible la permanencia en su domicilio, transformando su hogar en un hogar seguro. Se garantiza así los cuidados de quienes quieran continuar viviendo en sus hogares, ya sea en una vivienda de su propiedad o en una adaptada.
Para trasformar los hogares en riesgo en hogares seguros con esta nueva forma de atender a las personas, se determina el nivel de riesgo y el perfil de necesidad de la persona. Tambiénse planifican las actuaciones necesarias como los denominados paquetes flexibles de servicios “a la carta” adaptados a sus necesidades y expectativas, aprovechando al máximo los centros multiservicio. Ganan un destacado protagonismo los cuidados de proximidad -Servicios de Promoción de la Autonomía Personal, comedor, lavandería, Teleasistencia Avanzada, etc.-,; coordinación con los servicios sanitarios, incluyendo el seguimiento de enfermería, programado y a demanda y orientación sobre cuidados y pronóstico; ayudas técnicas y adaptaciones de la vivienda que sean necesarias -en el cuarto de baño, eliminar barreras arquitectónicas…-. El apoyo a las familias y a las personas mayores y personas con discapacidad se incrementa a través de acciones formativas, grupos de autoayuda, periodos de descanso, etc. y activación del vecindario, elemento clave para la calidad de vida es la participación social significativa que será un elemento a desarrollar con el proyecto.
‘A gusto en casa’ atiende actualmente a 2.341 usuarios de Castilla y León en 695 municipios de todas las provincias, 248 de ellos en Salamanca, y desde su puesta en marcha en 2022 ha atendido ya a 3.649 personas -346 en Salamanca-.
‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas den red’ son dos proyectos complementarios e innovadores que conectan las viviendas inclusivas a una red de servicios tecnológicos y de profesionales para ofrecer a las personas que viven en el medio rural con necesidades de apoyo, personas mayores, con dependencia, discapacidad o enfermedad crónica una alternativa a la atención en centros residenciales.
Como ha manifestado en repetidas ocasiones el presidente Alfonso Fernández Mañueco, uno de los pilares en la política social de la Junta es la promoción de la calidad de vida de las personas mayores y dependientes. En Castilla y León se ha apostado por la implantación de un nuevo modelo de atención que pone a la persona en el centro y como protagonista de su propio desarrollo. Un modelo para la atención de las personas vulnerables en el ámbito de los Servicios Sociales que se ha trasladado a los centros residenciales y que también está llegando a las personas que, si así lo desean, puedan seguir viviendo en sus hogares, en sus localidades, en muchos casos en pequeñas poblaciones del mundo rural, con seguridad y con dignidad.
La realidad sociodemográfica de la Comunidad, con un envejecimiento acusado -el 25 % de los castellanos y leoneses tiene más de 65 años- y unas condiciones especiales de despoblación, dispersión y ruralidad, obliga al Gobierno autonómico a buscar soluciones a los cuidados de larga duración y desarrollar ideas innovadoras, soluciones que encuentran su respuesta en proyectos innovadores como estos que, además, contribuyen a fijar y atraer población a los entornos rurales con la creación de empleo directo en estas zonas.
El desarrollo de estos proyectos diseñados por y para el medio rural de Castilla y León sólo puede hacerse desde un amplio marco de colaboración, en el que están presentes la Administración local y la autonómica, los proveedores de servicios, las organizaciones de personas mayores, mujeres, jóvenes, vecinales, etc. que configuran la red de apoyo vecinal y las familias, los cuidadores y los propios usuarios.