Este modelo de Atención Integral Centrada en la Persona otorga a los usuarios una mayor autonomía y libertad para que se sientan como en casa, facilitando la socialización, la sensación de pertenencia a un grupo y el empoderamiento personal.
En este sentido, Laura Collado, delegada de CleceVitam en Cataluña, explica que las unidades de convivencia son la base del modelo de atención de CleceVitam, que pone a las personas en el centro: “Funcionan como pequeñas familias que comparten un comedor y una sala de estar, como si estuvieran en su propia casa. Esto nos permite agrupar a nuestros residentes según sus preferencias y gustos, fomentando una convivencia natural y fortaleciendo el vínculo social entre ellos”, añade.
Los países nórdicos como Suecia y Dinamarca fueron los primeros en implementar estos nuevos modelos de atención en las residencias, buscando ir más allá de la metodología tradicional de cuidados para que los residentes se sintieran como en un segundo hogar.
En esa línea, este modelo de atención prioriza que los cuidados y el día a día de los usuarios se ajusten a sus necesidades, preferencias personales y gustos, fomentando su autonomía y las relaciones con otros residentes.
Desde los años setenta hasta ahora, la organización de los centros residenciales nórdicos ha evolucionado hacia unidades de convivencia formadas por menos de 20 personas, con espacios comunes para comer, habitaciones individuales y zonas exteriores, buscando ofrecer el máximo confort, felicidad y bienestar a los usuarios.
CleceVitam es una línea de negocio de Clece dedicada a la gestión de residencias de carácter privado. CleceVitam trabaja con el compromiso de preservar la dignidad de las personas, ofrecer una atención completamente personalizada, promover el envejecimiento activo y fortalecer el sentimiento de comunidad entre personas y su entorno.