El reciente anuncio del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) sobre la aprobación del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027 ha generado expectativas y escepticismo en igual medida. Si bien el proyecto pretende modernizar y fortalecer la Atención Primaria en España, surge la pregunta: ¿será esta iniciativa una verdadera reforma o simplemente una repetición de esfuerzos anteriores sin abordar los problemas estructurales del sistema sanitario?
El plan introduce un "nuevo mapa de competencias" que incluye a una variedad de profesionales como fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas, nutricionistas, trabajadores sociales, podólogos, ópticos/optometristas y farmacéuticos de Atención Primaria. Además, se crea la figura del "administrativo en salud". Aunque esta ampliación parece una respuesta adecuada a las necesidades actuales, surge la duda sobre la real integración de estos profesionales en un sistema que ya enfrenta sobrecarga laboral y falta de recursos.
La inclusión de estos perfiles podría enriquecer la atención, pero sin una estrategia clara de implementación y capacitación, existe el riesgo de que estos profesionales no sean aprovechados al máximo, convirtiéndose en un añadido más que no resuelve las deficiencias existentes.
El Plan de Acción se centra en varios objetivos estratégicos clave:
Longitudinalidad: Promover la continuidad de la atención con el mismo equipo de profesionales. Aunque estudios demuestran los beneficios de esta práctica, la realidad muestra que la alta rotación de personal y la falta de incentivos hacen difícil mantener equipos estables en Atención Primaria.
Fidelización y Atracción del Talento: Se planea mejorar las condiciones laborales mediante planes de Recursos Humanos en cada comunidad autónoma. Sin embargo, la fragmentación del sistema sanitario español y las diferencias entre regiones podrían dificultar la implementación uniforme de estas medidas.
Ampliación de la Cartera de Servicios: Actualizar los servicios para incluir nuevos procedimientos diagnósticos y ampliar la atención bucodental es una necesidad evidente. No obstante, sin un aumento proporcional en el presupuesto y en la formación de profesionales, esta ampliación puede resultar superficial.
Mejora de la Capacidad Resolutiva: Rediseñar procesos asistenciales y fomentar la atención domiciliaria son pasos positivos. Sin embargo, la falta de detalles sobre cómo se llevará a cabo esta transformación puede llevar a una ejecución deficiente y a la frustración de los profesionales involucrados.
El plan también busca mejorar la interoperabilidad de las historias de salud digitales y establecer sistemas de comunicación bidireccional entre diferentes ámbitos asistenciales. Aunque la digitalización es crucial, la realidad muestra que muchos centros aún luchan con sistemas obsoletos y la capacitación insuficiente del personal para manejarlos eficazmente.
Además, se promete potenciar la investigación en Atención Primaria y facilitar la transferencia de resultados a la práctica clínica. Sin embargo, sin un compromiso firme de inversión en infraestructura y recursos para la investigación, este objetivo puede quedarse en meras promesas sin impacto tangible.
La mejora de la gobernanza y la implementación de indicadores para el seguimiento y evaluación son aspectos fundamentales. La creación de la Oficina de Atención Primaria para dinamizar el intercambio de buenas prácticas es una iniciativa loable. No obstante, la efectividad de este mecanismo dependerá de la voluntad política y de la colaboración efectiva entre las distintas comunidades autónomas, algo que históricamente ha sido un desafío en España.
El Plan de Acción 2025-2027 contará con un "presupuesto finalista" para que las comunidades autónomas implementen las acciones necesarias. Sin embargo, la incertidumbre sobre la asignación exacta de fondos y la capacidad de las regiones para gestionar estos recursos de manera eficiente plantea serias dudas sobre la sostenibilidad del plan a largo plazo.
El Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027 presenta una visión ambiciosa para modernizar y fortalecer este nivel asistencial en España. La incorporación de nuevos profesionales y la redefinición de competencias son pasos necesarios para responder a las cambiantes demandas de la población.
No obstante, el éxito de este plan dependerá en gran medida de la ejecución efectiva, la asignación adecuada de recursos y la capacidad de superar las barreras estructurales que han obstaculizado reformas anteriores. Sin un compromiso real de todas las partes implicadas y una supervisión rigurosa, existe el riesgo de que este plan se convierta en otro intento fallido de mejora sin el impacto deseado.
Es crucial que los responsables políticos y los gestores del sistema sanitario escuchen las voces críticas de los profesionales de la salud y de los ciudadanos para asegurar que este plan no solo quede en el papel, sino que se traduzca en mejoras concretas y sostenibles en la Atención Primaria y Comunitaria de España.