Solo el 20 % de las más de 3.000 playas españolas dispone de la cadena completa de accesibilidad, que incluye aparcamiento, pasarelas, aseos adaptados, sillas anfibias y personal formado.
Cruz Roja ofrece baño asistido en 48 playas, un 20 % más que el año anterior, con sillas anfibias, muletas y grúas de transferencia disponibles. Sin embargo, faltan en más de 2.400 arenales.
La playa Gran de Palamós ha instalado una plataforma flotante equipada con silla elevadora hidráulica, escalera con barandilla y zona sombreada. Permite que personas con movilidad reducida se bañen de forma autónoma, sin necesidad de asistencia humana.
En Ibiza, la playa de ses Figueretes dispone de una estructura pentagonal dentro del agua, con sillas anfibias, socorristas especializados y sombra, resultado de la cooperación público‑privada.
En La Línea (Cádiz), se han instalado siete pasarelas, 14 sillas anfibias, muletas y duchas adaptadas, además de accesos y aparcamientos reservados.
Elemento | Situación actual | Propuesta urgente |
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Pasarelas y rampas | Solo en el 20 % de playas | Instalación en todas; continuidad hasta el agua |
Sillas anfibias | Disponibles en menos de la mitad; 48 arenales apoyados | Dotación general y mantenimiento anual |
Plataformas autónomas | Puntuales en Palamós e Ibiza | Replicar modelo en playas urbanas y turísticas |
Socorristas formados | Limitado a intervenciones puntuales | Formación continua y ampliación de plantilla |
El acceso al agua mejora la salud muscular, reduce la ansiedad y aporta calidad de vida a mayores y personas con discapacidad.
Estas mejoras responden al derecho a disfrutar el litoral en igualdad y convierten las playas en espacios integradores que benefician al 100 % de la población.
En municipios como Alicante el servicio de playas accesibles comienza el 1 de julio, mientras que el socorrismo y limpieza lo hacen en junio, lo que excluye accesos a personas en movilidad reducida.
Según Cocemfe y APAYM, las mejoras implantadas en Baleares y otros territorios no siempre se mantienen o cumplen con requisitos de seguridad y disponibilidad continuada.
Se requiere que normativas nacionales, autonómicas y locales se articulen de forma coherente, ejecutando medidas completas antes del inicio de la temporada y manteniendo el servicio fuera de los 3 meses de verano.
Pequeñas actuaciones como pasarelas y sillas anfibias suponen un coste mínimo comparado con los beneficios sociales y turísticos, según advierte Cocemfe.
Los sistemas en Palamós e Ibiza son ejemplos de soluciones eficientes que se deben extender de forma prioritaria a otras playas urbanas y destinos con alta afluencia.
Mejorar la accesibilidad en playas no es una opción, es una obligación social y normativa. Aunque existen avances notables, menos del 25 % de los arenales ofrece acceso integral. Las plataformas flotantes, rampas, sillas anfibias y socorristas capacitados deben convertirse en norma, no en excepción. Solo así se garantizará el derecho al disfrute del mar para mayores y personas con discapacidad.