El estudio FINGER, realizado en Finlandia, fue el primero en demostrar que un programa de intervención multidominio podía mejorar la función cognitiva en personas mayores con riesgo de demencia. Durante dos años, los participantes que recibieron una combinación de dieta equilibrada, actividad física, estimulación cognitiva y control de factores de riesgo vascular mostraron mejores resultados que el grupo control.
Los hallazgos cambiaron la visión de la investigación en Alzheimer: el estilo de vida, si se aborda de manera integral, puede retrasar el deterioro cognitivo. El éxito del ensayo impulsó la creación de un marco global para replicar y adaptar este modelo en distintos contextos.
En 2017 se lanzó la red WW-FINGERS con el objetivo de extender el modelo a diferentes países y culturas. Actualmente participan más de 70 naciones, incluidas regiones de ingresos bajos y medios, lo que permite generar evidencia aplicable a nivel mundial.
La red trabaja con protocolos comunes, plataformas compartidas y una estructura de datos federados que garantizan la comparabilidad entre estudios. De esta forma se construye un conocimiento sólido sobre la prevención del Alzheimer adaptado a distintos entornos.
Proyecto | País/Región | Intervención | Foco principal |
---|---|---|---|
U.S. POINTER | Estados Unidos | Programa multidominio | Prevención en población de riesgo |
SINGER | Singapur | Adaptación cultural del modelo | Adherencia y viabilidad |
PENSA | España | Intervención más suplemento antioxidante | Prevención en personas con riesgo genético |
THISCE | Taiwán | Ejercicio, dieta y cognición | Reducción de fragilidad y deterioro |
La estrategia WW-FINGERS confirma que la prevención del Alzheimer no depende de un único factor, sino de la combinación de hábitos saludables. Esto incluye la alimentación equilibrada, la práctica regular de ejercicio, la estimulación cognitiva y el control de factores como la hipertensión o la diabetes.
El modelo se está convirtiendo en referencia para diseñar políticas de salud pública enfocadas en la reducción del riesgo de demencia. Su carácter colaborativo permite compartir resultados y adaptar las intervenciones a las realidades locales, con un impacto potencial en millones de personas.
Aunque la evidencia es sólida, uno de los principales desafíos es trasladar los programas de investigación a la práctica sanitaria cotidiana. Se requieren recursos, formación de profesionales y campañas de sensibilización que acerquen estas intervenciones a la población general.
La expansión de WW-FINGERS ofrece la posibilidad de crear un marco global para la prevención de la demencia. Además, abre la puerta a integrar nuevas herramientas digitales, biomarcadores y estrategias personalizadas que potencien aún más los resultados.
La red WW-FINGERS supone un cambio de paradigma en la lucha contra el Alzheimer. A partir del éxito del ensayo FINGER en Finlandia, se ha desarrollado una iniciativa internacional que demuestra que la prevención del deterioro cognitivo es posible mediante intervenciones de estilo de vida. Su impacto, presente ya en más de 70 países, refuerza la necesidad de políticas de salud que promuevan una vida activa, una alimentación equilibrada y el control de factores de riesgo vascular. El futuro de la prevención del Alzheimer pasa por la colaboración global y la aplicación práctica de estos modelos en la población general.