La jornada técnica "Diálogos sobre Inteligencia Artificial y Cuidados de Larga Duración", organizada por la Fundación Pilares el 30 de septiembre, reunió a expertos del sector sociosanitario para discutir el impacto de la inteligencia artificial (IA) en los cuidados. Los ponentes, como Julia Sacedo de Ilunion Vida Senior, destacaron tanto las oportunidades que ofrece la IA, como la automatización y personalización de cuidados, como los riesgos asociados, incluyendo la deshumanización y problemas de privacidad.
El 30 de septiembre se llevó a cabo la jornada técnica “Diálogos sobre Inteligencia Artificial y Cuidados de Larga Duración”, organizada por la Fundación Pilares. Este evento reunió a profesionales del ámbito sociosanitario y tecnológico con un objetivo común: reflexionar sobre el papel de la inteligencia artificial (IA) en los cuidados, así como sus oportunidades, riesgos y condiciones para un uso ético y centrado en la persona.
Oportunidades y riesgos: la mirada de Julia Sacedo
Julia Sacedo Gómez, jefa de I+D en Ilunion Vida Senior, enfatizó que la IA representa no solo un cambio tecnológico, sino una transformación social. Entre sus principales aportaciones en el ámbito de los cuidados se encuentran la automatización de procesos, la personalización de apoyos y tratamientos, y el seguimiento individualizado en tiempo real.
No obstante, Sacedo advirtió sobre riesgos significativos como la deshumanización de la atención, una dependencia excesiva de sistemas automatizados y posibles vulneraciones de la privacidad. Por ello, destacó la necesidad de implementar marcos de innovación responsable (RI), donde la ética y los derechos sean fundamentales en cualquier despliegue.
Tecnología al servicio de la independencia: Ángel Puertas
Ángel Puertas, cofundador de SeniorDomo, presentó una solución inteligente para monitorizar riesgos que permite mantener una vida independiente en casa. Su sistema detecta predicciones sobre caídas o cambios inusuales sin necesidad de dispositivos invasivos y activa alertas automáticas a redes de apoyo para facilitar protocolos preventivos.Puedes leer más sobre este enfoque resaltando que la tecnología es un medio, no un fin. Puertas comparó la IA con sal: debe aplicarse moderadamente. Además, enfatizó el valor del codiseño con usuarios, evitando soluciones impuestas que no se adapten a sus realidades.
Alberto Villanueva, cofundador de Amaya Cuida, expuso cómo la IA generativa puede ser un aliado para los profesionales del sector. Su herramienta está diseñada para reducir cargas administrativas mediante transcripciones automáticas y planificación personalizada.
El objetivo es liberar tiempo para dedicarlo a atención directa, demostrando que la tecnología puede proteger —y no reemplazar— el contacto humano. Amaya ha sido desarrollada en colaboración con profesionales y familias, sintetizando información clave sobre cada usuario para facilitar accesos rápidos a datos necesarios para ofrecer cuidados más personalizados.
A lo largo del evento se coincidió en varios requisitos esenciales para integrar la IA en los cuidados de larga duración éticamente:
Las contribuciones de Julia Sacedo, Ángel Puertas y Alberto Villanueva demuestran que la inteligencia artificial tiene un gran potencial para mejorar calidad, equidad y personalización en los cuidados prolongados. Sin embargo, el verdadero desafío radica no solo en la eficacia tecnológica sino también en cómo transforman las relaciones entre profesionales, cuidadores y usuarios. La IA puede ser una herramienta transformadora si se desarrolla desde un enfoque interdisciplinario centrado en lo humano esencial del cuidado.
El objetivo de la jornada fue reflexionar sobre el papel de la inteligencia artificial en los cuidados, así como sus oportunidades, riesgos y condiciones para un uso ético y centrado en la persona.
Julia Sacedo destacó que la IA puede aportar automatización de procesos, personalización de apoyos y tratamientos, y seguimiento individualizado en tiempo real.
Los riesgos incluyen la deshumanización de la atención, dependencia excesiva de sistemas automatizados y vulneración de la privacidad.
Es un proyecto que combina sensores en el hogar, relojes inteligentes y biomarcadores del lenguaje para anticipar caídas y detectar precozmente el deterioro cognitivo.
SeniorDomo permite la detección predictiva de riesgos sin dispositivos invasivos, activando alertas automáticas a redes de apoyo para facilitar protocolos preventivos.
La herramienta se centra en reducir la carga administrativa mediante transcripciones automáticas y planificación personalizada, liberando tiempo para atención directa.
Se enfatiza que el reto no solo está en la eficacia de los sistemas, sino también en cómo cambian las relaciones entre profesionales, cuidadores y usuarios. La IA debe ser desarrollada desde un enfoque interdisciplinario, ético y centrado en la persona.