Durante la visita, las autoridades autonómicas mantuvieron un encuentro con Alberto Giménez Artés, presidente del Grupo Casaverde; Alberto Giménez Ramón-Borja, director general del grupo; y Francisco Javier Rubio Blanco, director del Hospital Casaverde Extremadura. Junto a los equipos médicos y de rehabilitación, pusieron en valor la atención especializada que el centro presta a los pacientes en fase postaguda, donde la intervención temprana resulta decisiva para la recuperación neurológica.
Cada año se registran en España más de 120 000 casos de ictus, de los cuales cerca de 25 000 son mortales. En Extremadura, la cifra ronda los 2 500 casos anuales, y uno de cada tres supervivientes requiere rehabilitación intensiva. Según la Fundación Casaverde, la prevención es fundamental: entre un 80 y un 90 % de los casos se pueden evitar mediante hábitos saludables y control de factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, el colesterol o el sedentarismo.
Francisco Javier Rubio, director del centro, subrayó la importancia de la educación sanitaria: “Es fundamental informar a la sociedad sobre la prevención y la detección precoz. La mayoría de los ictus son evitables si se actúa sobre los factores modificables y se adoptan estilos de vida saludables”.
El Hospital Casaverde Extremadura, con más de diez años de trayectoria, atiende a más de 300 pacientes al año con patologías neurológicas y físicas que requieren tratamiento intensivo. Dispone de 100 plazas, 55 de ellas concertadas con el Servicio Extremeño de Salud (SES).
El 70 % de los pacientes tratados en sus instalaciones recupera su independencia o solo precisa cuidados mínimos, un indicador de eficacia clínica y calidad en la atención rehabilitadora.
El centro desarrolla programas individualizados basados en equipos integrados por neuropsicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas. Las intervenciones combinan trabajo cognitivo, estimulación motora, terapia del lenguaje y reeducación funcional. Este enfoque integral busca restablecer la neuroplasticidad cerebral y acelerar la reintegración social y laboral del paciente.
Las instalaciones del Hospital Casaverde Extremadura cuentan con tecnología de última generación, gimnasio robotizado, piscina terapéutica cubierta y espacios adaptados para favorecer la movilidad. El entorno físico está diseñado para crear una experiencia de recuperación confortable y motivadora, donde cada detalle contribuye a la neurorehabilitación funcional.
El Grupo Casaverde, con más de 30 años de experiencia en el sector sanitario, mantiene presencia en varias comunidades autónomas como Madrid, Castilla y León, Murcia, Comunidad Valenciana y Extremadura. En esta última región, dispone además de dos clínicas ambulatorias situadas en Cáceres y Badajoz, donde se continúa la rehabilitación funcional y neurológica de pacientes tras su alta hospitalaria.
El modelo Casaverde combina recursos públicos y privados para garantizar continuidad asistencial, optimizando la colaboración con el Servicio Extremeño de Salud. Esta coordinación asegura la derivación temprana de pacientes y la homogeneidad en los protocolos de intervención neurorrehabilitadora.
| Indicador | Descripción | Resultado | Relevancia clínica |
|---|---|---|---|
| Pacientes atendidos anualmente | Casos de ictus y otras patologías neurológicas | > 300 | Alta especialización en fase postaguda |
| Porcentaje de recuperación funcional | Pacientes que recuperan independencia total o parcial | 70 % | Eficacia del tratamiento multidisciplinar |
| Plazas disponibles | 100 (55 concertadas con el SES) | Cobertura pública y privada | Integración en la red sanitaria regional |
| Profesionales implicados | Neuropsicólogos, fisioterapeutas, terapeutas y logopedas | Atención integral | Rehabilitación basada en neuroplasticidad |
El ictus puede prevenirse en la mayoría de los casos mediante control de la tensión arterial, dieta equilibrada, ejercicio regular y abandono del tabaco. La detección de síntomas como pérdida súbita de fuerza, dificultad para hablar o desviación facial debe generar una respuesta inmediata y una actuación médica urgente.
El compromiso de centros como Casaverde va más allá de la asistencia: implica educación, sensibilización y difusión de buenas prácticas que reducen la carga sanitaria y social del ictus.
El Hospital Casaverde Extremadura consolida su referencia nacional en neurorrehabilitación del ictus, con más de una década de experiencia y una tasa de recuperación funcional del 70 %. Su modelo multidisciplinar, la coordinación con el Servicio Extremeño de Salud y la aplicación de tecnología avanzada sitúan al centro en la vanguardia de la neurorehabilitación. En el Día Mundial del Ictus, su labor recuerda que la prevención, la educación y la intervención temprana son las mejores herramientas para salvar vidas y preservar la autonomía.