El informe revela que la recuperación económica no ha logrado revertir la fractura social acumulada durante los últimos años. La exclusión crece en todas sus dimensiones, afectando tanto a ingresos como a vivienda, empleo, salud y participación social.
La proporción de hogares en exclusión severa alcanza cifras que duplican las registradas antes de la crisis financiera, evidenciando que amplios sectores permanecen atrapados en situaciones de precariedad extrema.
La exclusión ya no afecta únicamente a colectivos tradicionalmente vulnerables. También alcanza a trabajadores con empleos inestables, jóvenes con dificultades de emancipación, familias con menores y personas mayores con ingresos insuficientes.
El informe muestra que tener empleo ya no garantiza una vida digna. La expansión del empleo precario ha convertido el trabajo en un elemento insuficiente para la integración social.
Buena parte de los hogares en exclusión tienen al menos una persona empleada. Sin embargo, la inestabilidad contractual, los salarios bajos y la falta de horas trabajadas impiden alcanzar niveles de vida adecuados.
La juventud representa uno de los grupos más castigados. La dificultad para acceder a un empleo estable y a una vivienda asequible genera un bloqueo vital que compromete su proyecto de vida.
El IX Informe FOESSA identifica la vivienda como el principal factor que multiplica la vulnerabilidad social.
El aumento continuado del precio del alquiler y la escasez de vivienda social han provocado que muchas familias destinen gran parte de sus ingresos a asegurar un techo, sacrificando otras necesidades básicas.
La falta de vivienda digna genera itinerarios de exclusión que afectan a la salud, el bienestar y el desarrollo de menores y adultos. La vivienda se convierte así en el eslabón determinante que separa la integración de la marginalidad.
El informe señala una erosión de los lazos comunitarios que tradicionalmente actuaban como red de seguridad.
El debilitamiento de redes familiares y comunitarias incrementa la vulnerabilidad y agrava situaciones de pobreza, especialmente en personas mayores y hogares monoparentales.
La falta de recursos, información o conectividad digital dificulta el acceso a trámites, ayudas y servicios sociales, ampliando las desigualdades.
FOESSA propone una reforma integral del modelo social con mayor inversión en cohesión, políticas de cuidado y acceso universal a derechos.
Entre las líneas de actuación destacan la ampliación de la vivienda social, el fortalecimiento de los servicios sociales, políticas de empleo de calidad y estrategias de apoyo a familias, jóvenes y personas mayores.
El informe defiende un modelo basado en el cuidado, la justicia social y la interdependencia, como pilares para reconstruir un país más igualitario y cohesionado.
| Área analizada | Diagnóstico principal | Consecuencia social |
|---|---|---|
| Exclusión social | Crecimiento de la exclusión severa | Fragmentación social creciente |
| Empleo | Precariedad generalizada | El trabajo deja de proteger |
| Vivienda | Costes inasumibles y escasez | Multiplicador de vulnerabilidad |
| Juventud | Bloqueo vital y falta de oportunidades | Riesgo estructural a largo plazo |
| Redes sociales | Aislamiento y debilitamiento | Mayor vulnerabilidad cotidiana |
El IX Informe FOESSA refleja una España en riesgo de fractura social. La exclusión crece, la desigualdad se intensifica y la vivienda emerge como el principal motor de vulnerabilidad. La precariedad laboral, el bloqueo juvenil y la erosión de las redes comunitarias consolidan un escenario que exige respuestas profundas y sostenidas. FOESSA reclama un modelo de bienestar centrado en el cuidado, la justicia y la igualdad para reconstruir la cohesión social y garantizar derechos fundamentales.
https://www.caritas.es/main-files/uploads/2025/10/IX-INFORME-FOESSA.pdf