Hace poco fue nombrada Tesorera del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid. ¿Qué objetivos tienen en esta nueva etapa?
Nuestra gestión presenta tres vías muy claras a desarrollar en los próximos cuatro años. Un primer objetivo busca acercar el colegio a todos sus colegiados. No es exclusiva de nuestro colegio la escasa participación de los colegiados en la vida institucional. Queremos hacer el colegio interesante, de tal manera que el fisioterapeuta se anime a acercarse y participar, más allá de las asambleas. Aproximar eventos a las ubicaciones de los profesionales, saliendo de las instalaciones colegiales, actualizar formas de participación, crear sets de formación y asesoramiento para nuevos profesionales, etc.
Una segunda vía es la de acercar el colegio a las instituciones. Con ello, lo que pretendemos es hacer presente la fisioterapia en el máximo número posible de instituciones que se relacionan con nuestro ámbito de trabajo. Colaborar con los sindicatos, para aunar esfuerzos para mejorar las condiciones laborales. Potenciar la presencia de fisioterapeutas en todos los ámbitos.
Y una tercera vía encaminada a acercar la fisioterapia a la población, potenciar su imagen, desarrollar campañas que den valor a nuestros profesionales, mejorar la información que les proporcionamos, etc.
¿Cómo afronta el mundo de la fisioterapia la realidad actual, especialmente en lo que concierne a personas mayores y dependientes?
Somos conscientes de los cambios que se están produciendo. La sociedad debe afrontar una realidad con gran proyección de futuro como es el índice de personas mayores. En la actualidad, por ejemplo en Madrid, hay más de millón y medio de personas mayores de sesenta años. De ellas, más de 2.000 son centenarias. Y no sólo eso, la franja inmediatamente anterior (de 45 a 59) la componen otro millón y medio de madrileños.
¿Qué retos existen?
En este presente y horizonte, es de gran importancia el envejecimiento activo, y los programas de tratamiento fisioterápico deben generalizarse, tanto a la población que vive en sus domicilios, como aquellos que están en residencias.
Para ello, trabajamos con la Comunidad y los Ayuntamientos mediante convenios para poder llevar a cabo programas más cerca de las personas interesadas. Así mismo, buscamos trabajar con las grandes empresas del sector para poner el acento en la calidad de la atención fisoterápica que se presta.
El campo de la dependencia ha sufrido un frenazo también, en años anteriores; no obstante, la fisioterapia es imprescindible para un tratamiento global. Igualmente, nos implicamos desde el mismo proceso de valoración, como profesionales expertos en el movimiento y la función.
Las personas dependientes tienen que tener cubiertas sus necesidades de apoyo y tratamiento. Nos gustaría fomentar la comunicación y el trabajo conjunto con instituciones y asociaciones que se dedican plenamente al campo de la dependencia.
Tenemos cuatro años por delante para establecer un buen marco relacional y de trabajo con todos.
¿Cómo se está adaptando la fisioterapia al progresivo y creciente envejecimiento de la población? ¿Es una profesión que goza de buena salud en España?
La fisioterapia es una profesión adulta, pero todavía con una gran proyección de futuro. El envejecimiento de la población es un tema que interesa y mucho a la nueva junta del Colegio.
El equipo, a través de la comisión de geriatría, está planificando un programa multifocal, desde cursos de formación a jornadas, proyectos divulgativos, talleres, etc. Y estamos abiertos a conciertos y programas compartidos con instituciones, asociaciones, organizaciones, etc.
¿En qué medida contribuye la tecnología a la mejora de los cuidados por parte de fisioterapeutas?
La tecnología ha venido para quedarse. Y sus posibilidades son innumerables. No sólo a nivel de tratamiento sino también de valoración. Hay que dejar claro que las personas mayores no rechazan la tecnología cuando es accesible y les genera un beneficio. No debemos inhibirnos a la hora de implantar medidas tecnológicas por el sólo hecho de ser personas mayores.
¿Qué novedades está aportando a los clásicos tratamientos?
Las nuevas tecnologías ayudan a mejorar la funcionalidad y la independencia. Estimulan la interrelación con los usuarios y mejorar la adherencia al tratamiento.
¿Cree que el sector sociosanitario y residencial otorgan a la fisioterapia el papel necesario? ¿Qué se podría mejorar?
Hay mucho que caminar. Las instituciones son conscientes de la necesidad de contar con un departamento de fisioterapia para poder completar una buena cartera de servicios. Sin embargo, hay que clarificar ratios, adecuar espacios y mejorar el material de uso. Dar a conocer las funciones y el potencial de los fisioterapeutas. Es una profesión con gran autonomía en su trabajo, pero muy implicada en el trabajo multiprofesional.
También hay que favorecer la formación especializada para actualizar continuamente los conocimientos y el expertise de unos profesionales de por sí ya muy implicados con sus usuarios.
¿Qué terapias demanda el sector y cómo está respondiendo la profesión a esas necesidades? ¿Qué veremos al respecto durante los próximos años?
Bajo el paraguas del área de conocimiento de la fisioterapia se engloban una gran cantidad de técnicas con reconocido respaldo. Lo realmente importante es el conocimiento, que nos permite avanzar y adaptar técnicas de otras áreas (fisioterapia respiratoria, reumatológica, etc).
Así mismo, gracias al cambio en el perfil de los usuarios, el fisioterapeuta ve abiertos frentes que antes eran de menor peso, como el trabajo con personas con deterioro cognitivo. El profesional que se dedica a campos específicos como la geriatría, debe trabajar intensamente en su formación y actualización. Poco a poco veremos un fisioterapeuta más formado y especializado.