Las pensiones son frecuentemente ligadas como concepto a los salarios, el paro o la edad de la población. Pocas veces lo son a la dependencia, a pesar de que entre pensiones y dependencia existe una relación más que íntima. Así se ha encargado de recordarlo Lares durante la presentación de los Mapas Lares 2018. Y lo ha hecho con cifras.
Una de las más llamativas es la de los 2.363 millones de euros que ha costado a las arcas públicas la última revalorización de las pensiones, que en la mayoría de los casos se ha traducido en unos pocos euros más de pensión al mes. La cifra es equivalente “al déficit de financiación” de las 358.405 personas con derecho reconocido a una ayuda por dependencia y que no reciben ninguna prestación o que han dejado de cobrarla.
Según Lares, con poco más de 2.500 millones de euros se podría atender a las personas que “actualmente están olvidadas”, como ha explicado su presidente, Juan Vela, durante la presentación. Con 4.400 millones más, probablemente se podría cumplir la Ley de Dependencia si se tiene en cuenta que en la actualidad el gasto en dependencia supera ligeramente los 7.400 millones de euros al año en España. Lares estima en algo más de 11.000 millones la cantidad necesaria para atender en condiciones a las personas en situación de dependencia que viven en el país, alrededor de 1,5 millones.
Cabe recordar, no obstante, que Lares alerta del progresivo crecimiento de la cifra de dependientes en España. Se estima que en 2030 habrá casi 700.000 dependientes más que en la actualidad, lo que a su vez implica casi un millón más que a finales de 2018. El aumento de la esperanza de vida en España, llamado a ser líder mundial en longevidad, está íntimamente relacionado con el aumento de la cifra de personas con dependencia. Un hecho que impacta no solo en la atención a las personas en situación de dependencia, sino al sistema público de pensiones, frecuentemente en boca de todos por la dificultad que tiene a largo plazo para sostenerse bajo el modelo actual.
En la actualidad, no existe una fórmula maestra que asegure la sostenibilidad del sistema de pensiones, aunque muchos expertos abogan por subir salarios para aumentar las cotizaciones, entre otras medidas que contemplan los modelos mixtos público-privado o el aumento en alrededor de 11 millones de trabajadores cotizando en el país. “Es justo y necesario redefinir un buen modelo de atención a la cronicidad y también lo es garantizar mejores pensiones a quien tiene menos renta y patrimonio, pero no es menos justo permitir que la persona dependiente sea correctamente apoyada y atendida buscando su mayor autonomía posible y preferencia”, explica Vela. Queda mucho por hacer.