El uso de robots sanitarios para luchar contra el coronavirus en residencias de mayores se abre paso en España. Varias residencias ya están incorporando estos robots que evitan exponer a trabajadores a personas contagiadas, por lo que permiten mantener un alto nivel de atención sin poner en riesgo la salud de los empleados.
El fabricante Grupo ADD ha desarrollado el robot Tokyo Sanitary, un androide capaz de desinfectar estancias y chequear la temperatura corporal de las personas sin intervención humana. El robot tarda 30 minutos en desinfectar una estancia mediante el uso de un spray o luz ultravioleta. Su capacidad para moverse permite que disemine la nebulización o la luz en distintas direcciones, abarcando la totalidad de la estancia.
En lo que se refiere a la medición de la temperatura corporal, este robot puede hacerlo sin tener que tocar al paciente. Su margen de error es de apenas medio grado, lo que permite confiar en sus mediciones. Además, puede reconocer y almacenar hasta 30.000 caras, lo que le permite controlar el acceso de personas: se sitúa a la entrada de, por ejemplo, una residencia de mayores y chequea la temperatura de quienes vayan a entrar. Si detecta unos niveles compatibles con un contagio, puede emitir mensajes o alarmas, o simplemente alertar a un trabajador para que impida la entrada de la persona en el centro.
Tokyo Sanitary puede dialogar con personas, reproducir vídeos, realizar videollamadas e incluso reconocer el estado de ánimo de su interlocutor. Por eso es habitual en hoteles o restaurantes de algunos países, pero ha sido el coronavirus el que ha demostrado sus posibilidades para residencias de mayores en países como España, poco habituados a la presencia de robots en lugares públicos (algo más típico de Asia).
Además, la compañía desarrolladora ofrece este androide mediante un sistema de renting, lo que permite incorporarlo a estos centros por una cuota mensual que arranca en 55 euros. Un precio muy asequible para unos centros necesitados de nuevas ideas e innovación para poder sobrellevar la dura crisis que están sufriendo. Y una opción a tener en cuenta para la llamada ‘nueva normalidad’ a la que ya nos encaminamos como sociedad, y que requerirá extremar las precauciones de seguridad durante algunos meses.