Andalucía reanuda los ingresos en residencias de mayores desde esta misma semana. La mejora de las cifras de contagios en la región, que registra un total de 11.774 casos y 1.145 muertos -21 casos por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media nacional, que es de 88 casos-, ha llevado al Consejo de Gobierno a autorizar de nuevo el ingreso de personas mayores en residencias de mayores. También se reanudarán los ingresos de personas con discapacidad, dependientes o menores tutelados.
La Comunidad Autónoma ha impuesto una serie de medidas de obligado cumplimiento para autorizar cada caso de ingreso en particular. Así, los centros deberán someter a una prueba PCR a la persona que vaya a ingresar en el centro, quien deberá dar negativo en la misma. El negativo deberá ser acompañado de un certificado médico que avale que no posee síntomas compatibles con coronavirus en el momento de su ingreso en la residencia de mayores, aunque podrá solicitarse hasta cuatro días antes de la fecha de ingreso.
No obstante, se realizará un test rápido al futuro residente en el mismo momento en que vaya a ingresar en la residencia y se monitorizará durante 15 días a todas las personas que hayan convivido con el usuario durante el confinamiento. De este modo, si durante los 15 días -que suponen el periodo de incubación del coronavirus- alguno de ellos diera positivo, el residente sería aislado para evitar que pudiera contagiar a otros residentes que ya vivían en el centro. Aunque ni siquiera eso será necesario, ya que el nuevo usuario será aislado por protocolo durante los primeros siete días de estancia en el centro.
Se trata, sin duda, de un compendio de duras medidas, pero todas ellas están enfocadas a permitir la reactivación de un servicio esencial, como es el prestar atención residencial a personas mayores o en situación de dependencia, sin que ello suponga poner en peligro a terceras personas.
Durante los momentos más duros de la epidemia de coronavirus en España se ha visto cómo los mayores que habitan en residencias se han convertido en las principales víctimas del coronavirus.
Ahora, las medidas de protección y seguridad son más extremas que nunca, pero a cambio permitirán proporcionar tranquilidad a los residentes y a sus familiares y se podrá garantizar la protección de la salud de las personas mayores para que puedan vivir en paz en las residencias, como siempre ha sucedido.