Casi 200 personas mueren en España cada día a la espera de recibir la prestación por dependencia a la que tienen derecho. Según ha detallado la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, entre enero y junio de 2020 murieron 32.035 personas que tenían reconocido el derecho a percibir una prestación por dependencia o estaban esperando a su valoración. Supone alrededor de 177 fallecidos cada día, uno cada 8 minutos.
Si las listas de espera de la dependencia en España ya eran un caos antes de la pandemia, la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha agudizado el problema. Casi 400.000 personas están a la espera de una prestación ya reconocida o de la valoración que podría encaminarlas a ello. Concretamente, la entidad cifra el total en 392.526 personas las que se encuentran a la espera. En septiembre eran 269.238 personas las que esperaban a recibir su prestación reconocida, según estimó Comisiones Obreras (CCOO).
Pero la crisis no solo ha ralentizado el ritmo al que se pueden incorporar más personas al paraguas de protección que contiene la Ley de Dependencia: el virus ha generado una mortalidad adicional de 25.000 personas en situación de dependencia entre marzo y mayo, en pleno confinamiento, según destaca ‘El País’. Una cifra muy elevada si se tiene en cuenta que en el primer semestre del año han fallecido en España alrededor de 130.000 personas que recibían prestación por dependencia o estaban a la espera de hacerlo. Se estima en 46.500 el número de estas personas que vivían en residencias de mayores.
De hecho, la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales estima que el 4,4 % de las personas que habían solicitado la prestación, fallecieron esta primavera. Si se tiene en cuenta a los que ya recibían la cuantía a la que tenían derecho, la cifra asciende al 5,2 %. Es decir: 5 de cada 100 personas en situación de dependencia que estaban siendo atendidas por el Estado, fallecieron durante las peores semanas de la epidemia de coronavirus en España.
Por el contrario, la entidad estima en 1,1 millones las personas que sí reciben la prestación a la que tienen derecho por ley. Una cifra que, lejos de haber aumentado, se ha visto mermada no solo por los fallecimientos relacionados directa o indirectamente con el coronavirus, sino por los problemas que atraviesa el país después de un duro confinamiento y de un sistema de servicios sociales al límite. Si se tiene en cuenta que la media de días para acceder a la prestación una vez reconocida es de 400, bastante más de un año, solo se puede vislumbrar un sombrío panorama para las personas que necesitan estas ayudas.