IMQ Igurco analizará las aguas residuales de sus centros para detectar el coronavirus. La compañía ha puesto en marcha un programa pionero para realizar un análisis sistemático de las aguas residuales y poder actuar en caso de detectar restos de virus en las mismas.
Este novedoso sistema ya se está utilizando en las residencias de mayores IMQ Igurco Bilbozar y en IMQ Igurco Zorrozgoiti, ambas ubicadas en Bilbao, así como en IMQ Igurco Forua. Con ello buscarán “contar con una medida más de seguridad para la detección temprana del SARS-CoV-2 en nuestros centros”, así como “determinar sus concentraciones” en caso de encontrar restos del virus, detalla el doctor Iñaki Artaza, director médico asistencial de IMQ Igurco.
Diversos estudios científicos han encontrado restos de coronavirus en aguas residuales, y han demostrado que la concentración de estos restos sirve para determinar en qué zonas de las ciudades se da una mayor prevalencia de la enfermedad. De hecho, varios ayuntamientos españoles ya están analizando de forma sistemática las aguas residuales para determinar en qué barrios existe una mayor concentración. El objetivo último es poder actuar antes de que las tasas de contagios se descontrolen.
En el caso de las residencias de mayores IMQ Igurco, detectar el coronavirus en aguas residuales servirá para monitorizar si los centros están libres de infecciones o si comienza a detectarse un posible aumento de contagios, de forma que se pueda actuar antes de tiempo.
Para ello, la compañía colabora con Biotalde y AgrupaLab, que proporcionarán expertos, equipos y laboratorios para realizar estas mediciones en los centros. Se realizarán varias mediciones por semana en cada residencia o centro de mayores y se enviarán las muestras a laboratorio para analizar su evolución.
“Los datos de esta vigilancia ambiental se pueden usar de inmediato como una herramienta diseñada para ayudar a los responsables de los centros y las autoridades sanitarias a coordinar la respuesta ante posibles casos”, explica Nieves Zabala, bióloga y directora de Biotalde. “De este modo, se establece un indicador ambiental como herramienta de prevención para minimizar el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2, ante un posible caso entre los residentes o profesionales”, añade.
El análisis de aguas residuales para detectar el coronavirus permite conocer con hasta una semana de antelación cambios significativos en la prevalencia del virus en el lugar del que proceden, según destacan estudios científicos y corrobora la Organización Mundial de la Salud (OMS).