El I Congreso Virtual de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha servido para debatir los nuevos cuidados a personas mayores en época de pandemia.
El evento, que ha contado con un numeroso grupo de expertos nacionales e internacionales, ha reunido a más de 900 asistentes de 20 países durante los dos días de ponencias telemáticas sobre temáticas de interés para los profesionales de la atención a la dependencia, y desde distintos enfoques científicos.
En el encuentro participaron Javier Martínez Peromingo, director de coordinación sociosanitaria de la Comunidad de Madrid; Maria Isabel Galvá, del Servicio de Salud de Andalucía; o Joseba Zalakain, del SIIS – Centro de Documentación y Estudios de Pamplona, entre otros expertos.
El Congreso de la SEGG se dividía en ponencias temáticas sobre asuntos relacionados con diversas áreas de la medicina, de los cuidados a personas mayores o del sector residencial. Entre los temas se habló de cardiología, salud psicológica en personas mayores, edadismo o del futuro de los cuidados.
En estas mesas participaron expertos como Pablo Díez Villanueva, cardiólogo del hospital La Princesa, en Madrid, quien habló de la relación entre la COVID-19 y las patologías coronarias. El virus, dijo, “es factor de riesgo para aparición de fenómenos tromboembólicos que se pueden dar también cuando los hemos dado de alta”, ya que “este virus puede producir una disfunción de la coagulación importante”, alertó.
Clara Bonanad, cardióloga del Hospital Clínico de Valencia, explicó la oscilación en las tasas de letalidad del coronavirus, y explicó que en la segunda ola la letalidad ha disminuido porque está afectando más a los jóvenes. En la primera, sin embargo, en personas de 70 a 79 tenía una tasa de mortalidad de hasta el 14 %, cifra que se incrementaba hasta el 20 % en mayores de 80 años, colectivo que, alertó, sigue en riesgo porque en ellos la tasa de letalidad no ha disminuido.
Pedro Abizanda, del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, destacó algunas cifras de fallecimientos en personas institucionalizadas: existen tasas de mortalidad un 564 % superior al primer mes desde la entrada del virus en las instalaciones, y del 315 % a los tres meses. “Una atrocidad”, explicó.
Algo que debería hacernos reaccionar para ser más respetuosos y responsables en nuestro día a día. Porque este virus también tiene un fuerte impacto psicológico en personas mayores, como destacó Abizanda: casi el 60 % presenta depresión, el 42 % tiene ansiedad y uno de cada tres sufre estrés postraumático.
Con este primer Congreso Virtual de la SEGG, los profesionales del sector de atención a las personas mayores y en situación de dependencia han podido comprender un poco más sobre el enemigo microscópico que ha obligado a repensar la forma de cuidar a quienes lo necesitan.