Más de 50.000 personas han muerto hasta noviembre a la espera de recibir su prestación por dependencia. Son datos de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que denuncia que solo en el mes de noviembre han fallecido 4.339 personas esperando en alguna parte del procedimiento para recibir una prestación que contempla la Ley de Dependencia.
Sobre la cifra total de fallecidos, la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales desgrana las casi 32.000 personas que ya tenían reconocido el derecho a prestación o las 19.500 pendientes de valoración. Se calcula que más de 380.000 personas continúan a la espera de algún procedimiento, ya sea la valoración o la recepción de las cantidades a las que tienen derecho.
Las asociaciones de mayores y del sector de atención a la dependencia llevan años quejándose de las trabas burocráticas a las que se enfrentan las personas que solicitan una prestación. También han denunciado en repetidas ocasiones los fallecimientos que se producen mientras se espera a una valoración o a cobrar las prestaciones debidas.
La pandemia solo ha agravado un problema que se arrastra desde que fuera aprobada la llamada Ley de Dependencia, en 2006. El diario ‘El País’ habla de sobremortalidad de hasta el 49,4 % en octubre de este año entre personas atendidas en su propio domicilio, hasta superar las 8.300 muertes. Entre las personas que viven en residencias de mayores, la cifra alcanzó el 12,4 %, con más de 4.400 fallecimientos.
Desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales también se denuncia que el ligero descenso en las cifras de personas que fallecen a la espera de valoración o prestación no se debe a que se hayan agilizado los trámites, sino a un incremento de los fallecimientos, quizás debido a la pandemia. De hecho, la Asociación denuncia que, a fecha 30 de noviembre, había casi 40.000 resoluciones menos y 1.670 beneficiarios menos recibiendo prestaciones.
Por el contrario, en algunas Comunidades Autónomas sí ha crecido el número de beneficiarios. Es el caso de Comunidad Valenciana, que en noviembre sumó 13.000 personas respecto al mismo mes de 2019, Asturias (casi 3.000 beneficiarios más), Baleares (2.268) y Canarias (1.888).
En otras Comunidades ha decrecido el número, con Madrid (10.000 personas menos) y Cataluña (-7.484) a la cabeza. Ambas Comunidades han sufrido de forma especialmente virulenta la pandemia, acumulando gran parte de los fallecimientos, por lo que, de nuevo, la pandemia podría ayudar a explicar parte de este drama.