¿Qué es Adopta un Abuelo?
Adopta un Abuelo es un programa intergeneracional cuyo objetivo es acompañar a los mayores a través de programas de acompañamiento que también sea una forma en la que los voluntarios también puedan aprender de sus experiencias.
Podríamos resumir los objetivos principales de nuestro programa, que serían rendir tributo a las personas mayores y posicionarlas en el lugar que se merecen. Siempre decimos que el siglo XXI tiene que ser recordado como el siglo de la inclusión social.
Crear experiencias transformadoras que supongan un punto de inflexión en la vida de los mayores y en la vida de los voluntarios sería el segundo objetivo, que se puede resumir en una frase: ‘por qué no se pueden hacer amigos nuevos a los 80 o a los 90 años’.
Y el tercer punto de nuestra misión sería poder desarrollar la tecnología necesaria para conectar generaciones en cualquier lugar del mundo. A través de nuestra plataforma de llamadas, ahora mismo hay voluntarios que están participando en Latinoamérica y en otros países de Europa, acompañando a mayores que están en España.
¿Este programa se basa en convivencia de mayores con jóvenes o más en tejer relaciones de amistad entre ellos?
Más en el segundo punto, en relaciones de amistad. Nosotros lo que hacemos a través de nuestro programa es poner en contacto a voluntarios, que pueden participar desde los 14 años en adelante, con personas mayores, tanto de residencias como que viven en domicilios, para que, a través de la plataforma de llamadas y videollamadas, puedan estar en contacto con sus voluntarios de forma semanal.
¿Hay también encuentros físicos, más allá de estos contactos digitales semanales?
Antes de la pandemia, el programa que desarrollábamos era de visitas presenciales en residencias, centros con los que nosotros colaboramos a nivel nacional. Pero con la suspensión de las visitas tuvimos que reinventarlo y pusimos en marcha la plataforma de llamadas y videollamadas. El objetivo sigue siendo el mismo: crear ese vínculo entre voluntario y mayor.
Poco a poco vamos recuperando la parte presencial porque en algunos centros ya se han podido retomar algunas visitas. Incluso algunos mayores y voluntarios han podido encontrarse después de un año hablando por teléfono, un momento muy bonito para ellos.
¿Cómo funciona exactamente Adopta un Abuelo? ¿Cuál sería el proceso?
Los voluntarios se pueden dar de alta en nuestra web o app móvil. Se hace el registro y se dejan los datos personales y otros como las aficiones y la disponibilidad. Para participar en el programa como voluntario hay que pagar una cuota mensual de 9 euros al mes, lo que permite que el programa siga adelante. Para los mayores es gratis participar.
Una vez registrado, el voluntario puede elegir los abuelos con los que quiere estar en contacto, en función de su afinidad. En el caso de las residencias, son ellas las que nos trasladan esta información para poder dar de alta a los mayores en la plataforma y, por supuesto, encontrar a ese voluntario que mejor encaja.
¿Cada cuánto tiempo hay una reunión entre el voluntario y la persona mayor?
En cuanto a las llamadas, nosotros lo que pedimos es el compromiso mínimo de una llamada a la semana, siempre, por supuesto, respetando la disponibilidad del voluntario y la disponibilidad del mayor. Y en visitas presenciales, antes eran también un día a la semana, con una duración de entre una hora y una hora y media. Son visitas coordinadas con el equipo de trabajo social y la residencia. Y también tenemos eventos tipo afterwork y talleres puntuales.
¿Las residencias de mayores que quieran participar en Adopta un Abuelo tienen que pagar algo por hacerlo?
No, para las residencias es completamente gratuito. Lo único que es necesario para participar como residencia es poder firmar un convenio de colaboración entre la residencia y nosotros para darle una formalización a esa unión entre ambos.
¿Cuál es el origen de Adopta un Abuelo y por qué se os ocurrió esta idea?
Adopta un Abuelo comenzó en la Navidad del año 2013. Alberto Cabanes, el fundador, acudió a una residencia a visitar a su abuelo y en esas visitas tuvo la oportunidad de poder conocer a Bernardo, que era un hombre viudo y que no tenía descendencia. Se fueron conociendo en cada visita que hacía Alberto a su abuelo, y se hicieron amigos hasta el punto de que Bernardo le confesó que le hubiera gustado tener un nieto. Alberto le pidió que le adoptara a él como nieto, y de ahí viene el nombre.
Desde entonces, el programa ha ido creciendo y ahora somos una empresa social y tenemos convenios de colaboración con más de 250 residencias en toda España, y hemos tenido más de 40.000 horas de compañía.
Adopta un Abuelo tiene mucho contacto con personas mayores, que han sufrido especialmente las consecuencias de la pandemia. ¿Cómo han vivido nuestros mayores los confinamientos, contagios y, en general, esta triste experiencia que nos ha tocado vivir?
La verdad es que han sido unos tiempos muy duros. Recordamos el día en el que tuvimos que paralizar las visitas en las residencias, que fue uno de los días más tristes porque se paralizaba toda esa parte presencial. En diez días tuvimos que cambiar la forma de acompañar a los mayores.
En esos primeros días tenían mucho miedo y mucha incertidumbre sobre lo que iba a ocurrir. Nuestros voluntarios les daban mucho ánimo y compañía en esos momentos, pero ha habido períodos de mucho miedo, e incluso muchos de estar tristes porque la situación era complicada.
Pero ahora vuelven a estar muy contentos y disfrutando también del programa de Adopta un Abuelo.