Las residencias de mayores en Castilla y León serán centros libres de sujeciones gracias a un plan de formación para profesionales del sector impulsado por el Gobierno regional. La Junta ha adquirido el compromiso de “garantizar la protección de los más vulnerables desde el respeto a su dignidad”, explica en un comunicado, en el que pone nombre a este plan: Sistema de Dependencia 5.0.
El anuncio lo hicieron recientemente el vicepresidente, portavoz y consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior, Francisco Igea, y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco. El objetivo de la propuesta es aprobar un nuevo plan de formación de los profesionales de los Servicios Sociales para dotarlos de nuevas capacidades alineadas con el objetivo de que las residencias de mayores de Castilla y León sean en su totalidad centros libres de sujeciones.
El compromiso en enmarca en el anteproyecto de Ley de Atención Residencial que impulsa el Gobierno regional, y con el que se buscará ofrecer cuidados individualizados para cada usuario tanto en centros residenciales para mayores como en otras dotaciones, incluyendo sus propios hogares (asistencia en domicilio). Para ello, se recurrirá al uso de tecnologías geriátricas que permitan aliarse con un nuevo enfoque basado en la dignidad de la persona y la ética como eje vertebrador.
“Es difícil imaginar que una persona atendida con sujeciones físicas o químicas, aunque estén homologadas o supervisadas por un profesional, viva con calidad y dignidad y sea feliz”, destacaron el vicepresidente y la consejera durante su participación en una jornada organizada por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades en Palencia.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades indicó que todos estos cambios forman parte del proceso de transformación y modernización de los Servicios Sociales emprendido por su departamento para la construcción del sistema de atención a la Dependencia 5.0.
En este sentido, desde el Gobierno regional se defiende que la supresión de las sujeciones físicas y químicas en los cuidados a las mayores o en situación de dependencia no es una cuestión que deba abordarse únicamente por imperativo legal, sino que requiere de un cambio progresivo de paradigma en la atención profesional.
De ahí el enfoque en la formación de los profesionales de atención a la dependencia, algo que se articulará a través de la búsqueda de la recualificación de las plantillas desde una doble perspectiva: por un lado, el cambio de actitud de los propios profesionales, y, por otro lado, la adquisición de nuevas habilidades y herramientas alternativas a las sujeciones.
En todo caso, este plan de formación será complementario a otros proyectos regulados en el borrador normativo, como la sustitución del antiguo Plan de Intervención Individual –donde eran los profesionales quienes, desde una óptica facultativa, prescribían los apoyos al residente– por el denominado Proyecto de Vida –donde el usuario propone sus metas y acciones y decide las que puede realizar por sí mismo y aquéllas para las que precisa ayuda–.
Asimismo, y en línea con las políticas estatales que se van a impulsar desde el Gobierno central, se buscará una combinación de cuidados en centros residenciales y en domicilio, unidos, en este caso, gracias a la tecnología y a una red de profesionales de apoyo.