Unos 12.000 trabajadores de residencias de mayores privadas en España todavía no se han vacunado contra el coronavirus, según ha denunciado la Federación Española de la Dependencia (FED). Son entre el 5 y el 8 % del total de trabajadores de estos centros, que con su negativa a inmunizarse están poniendo en serio riesgo la salud de las personas mayores que residen en estos centros.
Si bien la FED ha calificado esta cifra de “pequeña”, también considera que es “importante”, ya que suponen un potencial punto de entrada del virus en residencias de mayores, lo que afectaría a sus usuarios independientemente de que ellos sí estén vacunados. Recordemos que las vacunas evitan prácticamente al 100 % tanto la hospitalización como la muerte y la enfermedad grave y sintomática, pero no el contagio. Y, al tratarse de personas vulnerables desde el punto de vista sanitario, incluso un contagio estando vacunado puede suponer un riesgo de agravamiento de su estado de salud, como se ha demostrado durante la ‘quinta ola’ sufrida este verano.
Como contrapunto a la irresponsabilidad de los trabajadores de residencias de mayores no vacunados, Ignacio Fernández-Cid, presidente de la FED, ha querido destacar la “actitud ejemplar” de los profesionales que sí se han inmunizado. Y es por ello por lo que ha apelado a las Autoridades españolas a seguir los pasos de países como Francia, Italia o Reino Unido, que han hecho obligatoria la vacunación de trabajadores del sector sociosanitario en general.
En España, el Gobierno se ha negado por el momento a tomar esta drástica medida, dado que más del 70 % de la población se ha inmunizado en tiempo y forma de manera voluntaria, quizás por ser conscientes de que las vacunas son seguras y efectivas, como está demostrando la realidad. Algo que ha situado a España en el liderazgo mundial en porcentaje de población vacunada: más de 35 millones de ciudadanos ya tienen la pauta completa y la cifra de antivacunas es irrisoria. En España la ciencia gana a los bulos, pero ahora hay que procurar que la seguridad de los mayores gane a los irresponsables que no quieren vacunarse. Algo que la FED quiere hacer extensible a los familiares: si no están vacunados, dicen, debería denegarse su acceso a las residencias de mayores. Una medida que busca proteger a las personas que más han sufrido el zarpazo del virus, aunque algunos no se hayan enterado todavía.