La residencia de mayores Las Amapolas, regentada por Asispa en Toledo, es un moderno centro cofinanciado por la Unión Europea cuyo eje es la individualidad y aceptación de la propia voluntad de los usuarios.
Asispa, con más de cuatro décadas de trabajo en favor de las personas mayores o con dependencia, ha apostado por un centro que se adapte -y no al revés- a los gustos, preferencias y ritmos de cada usuario. Lo hace con el objetivo de ilusionar e involucrar, para lo que también utiliza modernas técnicas como la terapia con animales o el uso de nuevas tecnologías.
El objetivo de este enfoque es “entender la residencia como el hogar de las personas que en ella habitan”, explican desde Asispa, por lo que “destaca la importancia de la personalización y adaptación, no solo de las de las habitaciones a su individualidad, sino también de espacios comunes que fomentan la participación y relación social en los centros de residentes, familiares y trabajadores, a través de la creación de rincones significativos, para que se los centros se conviertan en lugares donde vivir y ser vividos”, apuntan.
En este sentido, uno de los ejes sobre los que pivota la estrategia asistencial de Asispa son las familias, como “punto de partida” porque “facilitan información de la historia de vida de las personas usuarias”. “Son garantes de las voluntades de los mayores en relación a su proyecto de vida. Apoyan en la elaboración del Plan de intervención al equipo profesional y son parte fundamental en el día a día de los centros, acompañando en el día a día a las personas mayores, participando en el desarrollo de actividades y formando parte de la toma de decisiones”, subrayan.
A cambio de esta ayuda, Asispa ofrece horario libre de visitas para que los familiares puedan visitar a sus mayores cuando quieran, lo que permite una flexibilidad que, además, forma parte de este mismo enfoque asistencial.
Fruto de esta estrategia colaborativa, Asispa hace lo propio con las Administraciones y otras entidades, en quienes encuentra a aliados para ofrecer los mejores cuidados a sus usuarios y mejorar “en la atención y en la calidad de vida de las personas de nuestros centros”, destacan. Y subrayan la importancia de contar con el apoyo del Fondo Social Europeo “para adaptar los espacios y servicios del centro a las necesidades de las personas usuarias”.