Cuando la pérdida de movilidad se hace evidente, es el momento de optar por el uso de un bastón, muletas o un andador. Sin embargo, estos dispositivos no son iguales y ni siquiera su función se adapta a las necesidades de cada persona. Ahí reside la duda de muchas familias, que no saben cuándo hay que utilizar bastón o un andador, o si las muletas serán de más ayuda.
La compañía TKE Home Solutions ha recopilado algunos consejos para saber cuándo utilizar cada uno de estos dispositivos de ayuda para personas mayores o en situación de dependencia. En este sentido, explican que el bastón “es la herramienta que ofrece el apoyo más leve. Aporta un poco seguridad y permite que caminar sea más sencillo, por lo que es la mejor opción para quienes solo tienen un poco de molestias”. También destacan que “es una buena ayuda para reducir el esfuerzo de una articulación dolorida”.
Al respecto del bastón, los expertos recomiendan que cuente con una empuñadura ancha y gruesa para que no se clave en la mano. Además, la punta debe ser de goma “para que así el bastón sea estable y se apoye con firmeza y seguridad en el suelo”. Y también sugieren prestar atención a la posición de uso: cinco centímetros por debajo del trocánter mayor del fémur, es decir, de la parte más ancha de la cadera. Respecto al lado en el que utilizar el bastón, lo ideal es en el contrario al de la pierna dolorida, aunque a veces se piense lo contrario.
Respecto a las muletas, los expertos aseguran que son la opción habitual tras una lesión en una pierna, cadera o pie, pero también se pueden utilizar a diario como sustituto del bastón, en cuyo caso también se usará en el lado contrario al afectado.
Además, las muletas pueden utilizarse dobles; es decir, dos en lugar de una. En este caso, permitirán aligerar el peso al caminar.
Por último, los expertos hablan del andador, una herramienta que se ha popularizado mucho durante los últimos años por el extra de autonomía que ofrecen al usuario, ya que algunos modelos incluso cuentan con un asiento que les permite descansar durante los trayectos a pie.
El andador puede o no llevar ruedas y requiere un pequeño aprendizaje previo para utilizarlo, ya que se necesita empujarlo, cogerlo siempre con ambas manos y mantener los dedos del pie dentro de la propia zona del andador que hay entre las ruedas. Además, los codos deben estar un poco flexionados para no situarse muy lejos del andador y mantener mejor el equilibrio.
Con estos consejos, las familias podrán tener más claro cuándo utilizar un andador, bastón o muletas, elementos que no son excluyentes entre sí y que incluso pueden combinarse para ser utilizados en diferentes situaciones. Lo que resulta de vital importancia es que estos dispositivos estén bien mantenidos para evitar que el desgaste derivado del uso diario pueda comprometer su seguridad, agarre o adaptabilidad.