Los investigadores consideran que la genética influye en el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer, pero en su trabajo, en el que también han participado las universidades John Hopkins, de Minnesota y de Carolina del Norte, destacan que una mejora en los hábitos de vida puede reducir incluso el riesgo que tenga una persona concreta por su historial.
En concreto, en el estudio se destacan hasta 7 hábitos de vida saludables: comer de forma saludable, no fumar, hacer actividad física, no padecer sobrepeso, controlar el colesterol, controlar la tensión arterial y reducir los niveles de azúcar en sangre. Son consejos ya conocidos, pero que ahora quedan directamente vinculados a una reducción del riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas.
Para ello, el estudio hizo seguimiento durante casi 30 años a más de 11.000 personas de entre 45 y 65 años, y se pudo vincular una mejora en los hábitos de vida con un menor riesgo de padecer estas enfermedades. Aunque varios expertos citados por ‘El País’ aseguran que no se trata de implementar hábitos de vida saludables en la tercera edad, sino que debe hacerse mucho antes. De hecho, lo deseable es que ya desde niños se preste atención a estos factores ya mencionados.
De hecho, se calcula que apenas el 5 % de los casos de Alzheimer son debidos a factores genéticos de forma estricta, aunque esto no evita que los hijos de los pacientes afectados por esta enfermedad tengan mayor riesgo de sufrirlo en comparación con otras personas. Simplemente, la vida saludable reducirá el riesgo.
En España se diagnostican 40.000 nuevos casos de Alzheimer cada año, una enfermedad vinculada a la longevidad y sin posibilidad de prevención directa aparente. Se trata de jugar con la probabilidad para reducir las cartas. Y el estudio estadounidense viene a invitar a la población general, independientemente de su edad, a mejorar sus hábitos de vida no solo para incrementar su bienestar, sino para contribuir, con ello, a esquivar enfermedades en la medida de lo posible.