El 28 de junio se llegó a un acuerdo entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas para la definición del nuevo modelo de residencias para el futuro, cuyo objetivo es prestar una atención más personalizada a sus residentes y mejorar las condiciones laborales del personal de las residencias. Con esta nueva hoja de ruta, se pretende avanzar hacia un nuevo modelo de gestión más enfocado a las residencias como unidades de convivencia.
Pero ¿de dónde surge este modelo y qué implicaciones tiene para las residencias, sus trabajadores y los usuarios?
Si tomamos como referencia el modelo de gestión de otros países europeos como Suecia y Dinamarca, podemos constatar que desde la década de los 70 hasta la actualidad la organización de las residencias en estos países ha ido evolucionando hacia estructuras de módulos de convivencia con menos de 20 personas, espacios comunes para comer y habitaciones individuales, con autonomía en su gestión y personal fijo integrado en su estructura.
En nuestro país, como punto de partida del acuerdo hecho público en fecha 28 de junio se fijan unos objetivos diferentes según la densidad poblacional: en el medio rural el límite de plazas de las residencias será inferior a las 75 plazas y en medios urbanos no se podrán superar las 90-120 plazas. Se fija como unidades de convivencia un máximo de 15 personas. El nivel de adaptación del nuevo modelo se estima en un 80% de las residencias españolas.
En cuanto al personal, se ha fijado un objetivo del 80% de contratos indefinidos y un 66% de contratos a tiempo completo, además de establecer un Plan de Atención personalizado para cada residente (con las preferencias de cómo quiere vivir, incluyendo un testamento vital, además de un seguimiento del día a día del paciente con sus más allegados).
Las consecuencias de la implantación de este modelo para las residencias privadas será inevitablemente un incremento en cuanto a los costes, que repercutirá de forma directa en la tarifa mensual a pagar por los usuarios. Si para el conjunto de las personas que disponen de una pensión media en España es difícil asumir el coste de una residencia en la actualidad, probablemente será más difícil hacer frente a este nivel de gasto en un futuro próximo.
El acceso a la asistencia residencial debería estar al alcance de toda la sociedad y, para facilitarlo, existen en el mercado varias opciones de financiación que pueden ayudar a las personas mayores a asumir este coste, como el programa Pensium, que aporta una solución de financiación innovadora para poder rentabilizar la vivienda en propiedad sin riesgo a perder el patrimonio familiar.
Pero, una vez fijados los objetivos estratégicos a largo plazo es necesario preguntarse: ¿está el sector preparado para alcanzar los próximos retos?
España invierte en cuidados de larga duración un importe del 0,7% de su PIB (datos del 2018). Por detrás de España, tenemos a países como Hungría, Portugal o Polonia. A nivel similar, tenemos a Italia y España está por debajo de Alemania, Francia, Irlanda, Austria y Reino Unido, con un gasto entre el 1 y el 1,5%.
Según el Instituto de Estudios Fiscales se necesitarían 7.200 millones de euros adicionales en España (el doble que en la actualidad) para poder aplicar el modelo nórdico con éxito.
Queda patente que España optó en el pasado por el modelo de bajo coste y ahora es momento de actualizar la estrategia para seguir los pasos del modelo nórdico.
En España ya se ha inaugurado la primera residencia que implementa este modelo, ubicada en Sant Adrià del Besós, con 6 unidades de convivencia para un total de 8 a 19 residentes por cada unidad: Residència Barcelona Unitats de Convivència. La gran novedad de este modelo es que los residentes pueden disponer de su propio mobiliario y convivir en el mismo espacio con sus animales de compañía. La estructura arquitectónica de la residencia es de apartamentos independientes con cocina, baño, sala de estar, comedor y terraza, además de las zonas comunes para sociabilizar con el resto de los residentes. Con estas modificaciones se persigue que las personas que optan por este modelo lo sientan más como un hogar. Para reforzar este modelo se han eliminado los horarios de visita.
Una tendencia a seguir que, sin embargo, requiere un replanteamiento de recursos públicos y privados para ser un modelo aplicable de manera generalizada.
Natalia Bundó
Directora de Marketing de Pensium