La hipertensión arterial, o presión arterial alta, ha sido identificada como un factor de riesgo significativo para la neurodegeneración y el deterioro cognitivo.
El número de parados de este colectivo supone ya el 46,5% del total y prácticamente uno de cada dos parados supera los 50 años, según los datos publicados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).