Hace años que hemos definido y ejecutado acciones formativas respecto al modelo de atención centrada en la persona. Sin embargo, ahora el sector recibe la exigencia por parte de la administración de impartir formación en estos aspectos de manera intensiva, generando planes de formación centrados en estos contenidos. A muchos directores les surge la duda acerca de cómo abordar esta cuestión sin repetirse y logrando un avance de los profesionales en la mejora de sus funciones.
La rotación de los equipos nos obliga a mantener una línea de formación continua sobre los mismos aspectos. Debemos establecer un manual de acogida que incorpore aspectos formativos que garanticen la aplicación de los estándares asistenciales. Y realizar acciones formativas en grupo cada cuatro o seis meses con los miembros incorporados en estos periodos al centro. Construyendo así la línea base de la Formación en ACP o formación inicial.
Los equipos que ya han sido formados necesitaran se dotados de herramientas para la implantación de la ACP. La implantación de modelos de ACP compromete de manera profunda a los profesionales, les obliga a un cambio en su hacer más allá del cumplimiento de protocolos. Por ello, se hace necesario entrenar en los equipos de atención directa en habilidades como:
- Empatía
- Autocontrol y autocuidado
- Distancia terapéutica
- Bioética de los cuidados
- Comunicación validadora y refuerzo positivo de conducta
Los equipos de gestión deberán ser doblemente formados, siguiendo dos itinerarios: itinerario de liderazgo centrado en la persona e itinerario de ordenamiento y procesos para la ACP.
La ACP y la eliminación de sujeciones requiere de un liderazgo diferente, no es solo cuestión de atender de manera diferente a los usuarios, sino de gestionar de modo diferente a los profesionales. Hecho que genera una magnífica oportunidad para revisar los estilos e liderazgo y las políticas de recursos humanos de sector. Un sector que se enfrenta al reto de atraer talento. En nuestro caso, un talento específico: “el talento del cuidado”
Los profesionales, muchas veces invisibles, que hacen posible el funcionamiento del centro, mantenimiento, cocina, limpieza, recepción, administración, tienen un papel muy importante para que el modelo funcione. Ellos, de manera silenciosa, marcan el modo de hacer en los centros y deben recibir formación sobre el impacto y el valor de su actuación, sobre la filosofía de trabajo basada en la ACP y sobre algunas de las herramientas que les permitan actuar como correa de transmisión del modelo en todo el centro.
El personal sanitario puede recibir formación específica sobre la atención sanitaria centrada en la persona en la que se abordaran conceptos de bioética y empatía. Además de formarles como mentores para que puedan ser modelo de ACPp respecto al global de los equipos.
El compendio de estas propuestas nos permitirá establecer planes de formación más allá de las 30 horas exigidas por la administración para todos los miembros del equipo.
La formación es palanca de cambio y calidad, debe ser considerada una inversión, debemos hacer el esfuerzo por tener equipos altamente formados. Haciendo de la formación una herramienta para fidelizar y motivar a nuestros equipos.
Inmaculada Cerejido
Directora general de AMADE